“Es riguroso y no le podrá la presión”
Clos Gómez, árbitro aragonés, centrará todas las miradas en el Clásico del próximo sábado en el Camp Nou. El experimentado colegiado internacional, que ha dirigido al Barça en 20 ocasiones y al Real Madrid en 27, es analizado al detalle para MD por cuatro ex árbitros de Primera División: Iturralde González (291 partidos en Primera), Daudén Ibáñez (243 partidos), Andújar Oliver (168 partidos) y Sergi Albert (27 partidos). Los cuatro coinciden en que, de los 22 árbitros que hay actualmente en Primera División, Clos Gómez reúne todos los requisitos para dirigir un encuentro de la trascendencia y la presión que supone un Clásico.
Tanto Iturralde como Daudén Ibáñez coinciden en destacar que “a Clos Gómez no le va a poder la presión”. “Antes era mucho menos permisivo en la protesta. Sigue
siendo estricto, pero antes lo era mucho más”, añade Iturralde, que valora mucho la seguridad de Clos Gómez. “Es valiente en las áreas y si ve penalti lo pita. Además, le da igual que sea en el minuto 1 que en el 90”, añade el ex colegiado vasco. “No es un árbitro que
se deje presionar por los jugadores, es riguroso”, describe Daudén. El ex colegiado Sergi Albert ve en Clos Gómez el árbitro ideal para el Clásico porque “transmite imagen de seriedad y solvencia en el terreno de juego, infunde respeto entre los jugadores”, destaca.
Además, el catalán destacó de Clos Gómez su fondo físico. “Físicamente es excelente, lo da todo en el terreno de juego, no escatima esfuerzos para seguir la jugada”, declaró Albert, mientras que Andújar apuntó que “es un buen colegiado que este año pone punto y final a una gran carrera en el arbitraje”.
Piden colaboración de todos
Una vez detalladas las virtudes de Clos Gómez, los ex colegiados admiten que para que el arbitraje del aragonés sea un éxito también debe contar con la colaboración de los jugadores. “Es muy importante que los jugadores se comporten bien, si hacen el corrillo a su alrededor, la cosa se puede complicar”, advierte Andújar.
“La clave de su arbitraje estribará en cuándo sacará la primera tarjeta. Será un mensaje a los jugadores. Es posible que en la primera zancadilla prefiera hablar a amonestar al tratarse de un partido de tanta rivalidad”, observa Iturralde. “Ahora eso se puede hacer. En cambio, en la época de Mourinho como entrenador del Madrid no se podía hacer eso, había que cortar a la primera patada porque la tensión se cortaba con un cuchillo”, añade.
Por ponerle un pero, Daudén señala que “como a todos los árbitros, Clos Gómez pierde la concentración cuando enlaza varios errores”