La sonrisa del Clásico
La reaparición de Andrés transmite energía positiva al barcelonismo y a un equipo huérfano de su luz con el balón
La imagen que acompaña estas líneas dice mucho. La sonrisa de Andrés Iniesta se contagia inevitablemente entre los aficionados culés. La fotografía transmite energía cien por cien positiva antes de un Clásico contra el Real Madrid que se antoja trascendental para el curso de la Liga y la temporada. El mago de Fuentealbilla vuelve a sonreír y con él se multiplican las opciones del Barça ante los blancos al tiempo que su regreso alimenta el optimismo y la esperanza del barcelonismo para derrotar a Cristiano Ronaldo y compañía y reducir la desventaja a tres puntos.
El rostro iluminado de Don Andrés es sinónimo del faro que suele alumbrar al Barça cuando se desliza sobre el césped con el balón en los pies siempre con un radar en su mente privilegiada. La oscuridad que le rodea en la instantánea equivale también a la escasez de ideas del centro del campo azulgrana en los últimos partidos. El Barça solo ha ganado tres de los siete partidos disputados sin él durante este tiempo de baja.
Pero Iniesta ya está de vuelta, seis semanas después de que Enzo Pérez solo pudiera frenarle con una entrada muy peligrosa. El argentino del Valencia se disculpó tras trabarle la pierna derecha. En décimas de segundo temió lo peor. Y lo peor es lo peor. Porque el giro que le hizo la rodilla derecha dejó helado a los suyos, enganchados a la televisión y desde ese mismo instante con el móvil en la mano pendientes de noticias del vestuario de Mestalla. El primer mensaje fue esperanzador. La rodilla le había aguantado pero faltaba el diagnóstico final una vez llegado a la Ciutat Esportiva por la noche. Todo quedó en una lesión parcial en el ligamento lateral externo de su rodilla derecha: de seis a ocho semanas de baja. El Clásico estaba a seis semanas. Conocedor al máximo de su cuerpo y hasta dónde podía forzar, se propuso llegar y aquí está. “Volveré más fuerte”, confesó ya entonces a quienes le rodean rebosante de autoconfianza y transmitiendo esa seguridad que hoy sentirán también sus compañeros sabiendo que cerca del balón o con él pegado a sus botas estará él.
A sus 32 años, le queda menos de lo que ya ha dado al Barça y al fútbol pero su depósito sigue muy lleno y con el hambre de un chaval. Nadie en ambos planteles ha jugado más Clásicos (33) que el capitán azulgrana. Si marca, igualará los cuatro goles al Málaga, líder de su lista de víctimas. Vea puerta o no, su reaparición es medio gol para el Barça. Si no, basta preguntar entre jugadores e hinchas blancos si sonríen o no al saber que Don Andrés ha vuelto
Tras temer lo peor con la lesión en Valencia, se propuso volver para el Barça-Madrid
Luis Enrique y los suyos solo han celebrado tres triunfos en siete partidos sin él
Si marca, llegará a cuatro goles contra el Madrid e igualará su récord ante el Málaga