Un líder ejemplar
Es el mejor jugador de balonmano. De la actualidad y de todos los tiempos. Los méritos lo confirman. Catorce medallas con Francia, ocho doradas (2 en Juegos Olímpicos, 3 en Mundiales y 3 en Europeos), y tres Champions con tres equipos distintos: Montpellier, Kiel y Barça. Pero Nikola Karabatic, de regreso hoy en el Palau, es mucho más que los números.
Mundo Deportivo conoció personalmente al crack francés hace tres años en una situación parecida a la que se producirá hoy. Organizamos una comida a dos días de un Barça-PSG, con Karabatic de azulgrana, que curiosamente coincidió también con un Clásico en el Camp Nou. La actual directiva, tacaña en el reparto de las entradas para las secciones, solo había concedido cuatro al equipo de balonmano, dos dobles. Las sortearon en el vestuario y a Niko no le sonrió la suerte. Era su primer Barça-Madrid. Le insistimos en movernos y llamar a todas las puertas posibles para conseguirle una, pero resultó imposible. “Si no me han tocado, no puedo ir. No quiero pasar por delante de ningún compañero solo por ser quien soy”, argumentó.
Nos enamoró a todos. A sus compañeros también. Karabatic, según cuentan en el vestuario del Barça, “es el mejor ejemplo de cómo debe ser y actuar un líder”. En los entrenamientos y en los partidos, el número uno. Fuera de la pista, uno más. Nadie se ejercitaba con más intensidad que él, nadie trabajaba su cuerpo en el gimnasio como él y nadie tiraba del carro, se partía la cara y sacaba el brazo en los encuentros más exigentes como él.
Y como persona, derrochó amabilidad, generosidad y humildad, muy alejado del divismo que acompaña a los números uno. Viran Morros recordó el jueves en ‘El club de la mitjanit’ de Esport3/Catalunya Ràdio que en sus inicios en el Barça le llevó alguna vez la maleta a Enric Masip .Y que a día de hoy, los juniors lo siguen haciendo. Karabatic, campeón de todo cuando aterrizó en la Ciudad Condal, también las arrastró voluntariamente en más de una ocasión.
El francés dejó una huella imborrable en un equipo que aún hoy recuerda las lágrimas que derramó en su comida de despedida. Un equipo en el que Niko hubiera deseado seguir jugando. A pocos meses de acabar la temporada 2014/2015, la prensa francesa publicó un día la oferta que le había presentado el PSG. Cuando le preguntaron, respondió: “Ojalá no me la hubieran hecho nunca”. Xavi Pascual, Víctor Tomàs y cía también lo hubieran deseado
En los entrenos y los partidos Karabatic era el nº1; fuera de la pista, uno más