Thiago muestra su talento
Julen Lopetegui apuesta por ADN blaugrana en el centro del campo
Thiago Alcántara adora a Ancelotti. Le divierte el sentido del humor del técnico italiano, le gusta como cocina los ‘penne al pesto’, como imita a Andrea Bocelli pero sobretodo está fascinado con su pizarra táctica sobre todo porque Ancelotti ha entregado a Thiago la batuta del Bayern y eso ha permitido al hispano-brasileño seguir creciendo. Adora Thiago a Ancelotti y tiene una complicidad especial con Lopetegui, el técnico que mejor ha entendido las necesidades de Thiago y que ha decidido que la Roja tenía que seguir evolucionando y nada mejor que hacerlo con sus campeones europeos del sub-21 de Israel. Thiago fue escogido en ese torneo Mejor Jugador, ganó España a Italia (4-2), Morata fue el máximo goleador.
Thiago será papá en abril. Vive feliz en Munich y siente que cada día es más importante para el Bayern, también para la selección.
Ovación a Iniesta
Lopetegui ha decidido que el centro del campo de ‘su’ Roja tenga ADN blaugrana. Thiago es innegociable, como Iniesta, que es igual que juegue caminando y que parezca que arrastre aún molestias - aunque él diga que tiene buenas sensaciones- es tan bueno Iniesta que jugará mientras quiera.
Se marchó de El Molinón sustituido por Isco y el público despidió al de Fuentealbilla puesto en pie y coreando su nombre. Iniesta puede jugar como quiera, no importa, hace tiempo que entró en el imaginario de los españoles, le adoran y se lo demuestran. Iniesta mostró su afecto a un público al que le costó entrar en calor, no animaba tampoco el partido, un juego demasiado lento, ese tipo de partidos encajado en medio de la temporada ante un rival inferior, un encuentro tan molesto que incluso los jugadores pidieron regresar a Madrid en vez de quedarse en Gijón para poder desconectar.
Al seleccionador español se le nota que su apuesta personal de confiar con Diego Costa le tiene especialmente ocupado, por no decir preocupado. Porque cuando marca Costa después de errar una ocasión clarísima y de vivir desconectado de la Roja, sale Lopetegui de su área técnica y hace un gesto elocuente, subiendo su puño, resoplando, esbozando la más grande de sus sonrisas. El seleccionador quiere a Costa “un poco enfadado” pero casi enfada más el estilo de Diego Costa que el carácter del jugador. Costa no tiene nada del estilo de la Roja pero Lopetegui insiste. Y lo celebra.
Fin del debate
Mejor le sale al seleccionador la apuesta por la portería. Una mano de De Gea re-confrma que el debate de la portería es historia. Ya nadie se acuerda de Iker Casillas aunque se siga haciendo extraño que el potero del Porto no esté en el once ni en el banquillo. Buffon cumple su partido 1000, sólo Maldini lo había conseguido antes. Casillas lo seguirá viendo por televisión, no hay marcha atrás
Un paradón de De Gea reconfirma que el debate de la portería es historia