“EL BARÇA ES UN CLUB SUPERIOR”
Antonio García ha llegado al Barça para suplir hasta final de temporada a Lasse Andersson, que estará seis meses de baja por lesión. Los problemas económicos de su club de procedencia, el Kolding, allanaron el camino de la cesión. En equipos anteriores como Ademar y Granollers vivió una situación similar, pero al mal tiempo él intenta poner buena cara. “No creo que pueda cargarme al Barça”, suelta con una carcajada.
¿Se siente un poco gafe?
Gafe no, pero sí pienso: ‘¡Ostras, otra vez yo!” Esta vez me ha pasado en Dinamarca, donde crees que nunca podrá pasar, y en el Kolding, el club más grande del país. Pero no creo que pueda cargarme al Barça.
¿Cómo afectan esos problemas?
No afectan cuando entrenas o juegas, entonces no piensas en ellos, pero en el día a día estás más nervioso e irritable. No acabas de tener una tranquilidad. Más por la falta de dinero es por la sensación de que te están engañando, aunque no es el caso del Kolding.
¿Cuáles han sido sus primeras sensaciones en el Barça?
Estoy muy contento, no sólo al ponerme la camiseta, sino al entrar al Palau, el vestuario y ver a los compañeros con los que compartiré partidos y sensaciones. Entrar en un vestuario con grandes jugadores, todos internacionales, es especial. Te sientes muy bien.
¿Qué representa para usted jugar en el Barça?
No sé si es una culminación, pero sí la ocasión de poder luchar otra vez por títulos. Aquí vienes a luchar por todo al máximo nivel. Es una gran satisfacción, el trabajo de toda la vida tiene recompensa. Es una lástima el motivo por el que he llegado, la lesión de Lasse, pero al final el club más grande del mundo ha pensado en mí y eso es muy importante para mí.
¿Cómo definiría esa aureola que rodea al Barça?
Sobre todo ves que es un club superior, y más en el balonmano, que es un mundo más pequeño. Sólo viendo lo grande que es el club y la gente que hay detrás es como llegar a un club superior, por los jugadores, técnicos, directivos, profesionales a tu alrededor, por todo. Es algo superior a lo que he vivido hasta ahora.
¿Cómo imagina su debut?
Lo espero con muchas ganas. Será especial en el Palau. Vendrá mucha gente de La Llagosta, han montado autocares. Me están recibiendo muy bien y quiero devolver todo ese cariño dándolo todo en la pista.
¿Cuánto tardó en decir sí a la oferta de Xavi Pascual?
Nada. Me llamó, me lo preguntó y ya le dije que sí, que yo haría lo que fuese para ir al Barça. El Kolding se ha portado muy bien, no me puso problemas y el mismo día ya contesté a ‘Pasqui’ que estaba arreglado.
¿Qué le ha pedido el entrenador?
Al lesionarse Lasse, quiere que ayude de central y lateral izquierdo. Él confía en que coja rápido el sistema. Jugaré lo que merezca. Habrá saturación de partidos y vendrá bien dar descanso a gente con mucha tralla.
¿Qué dificultad entraña jugar de central a un lateral como usted?
La principal dificultad será memorizar la mecánica de ataque, qué se busca en cada acción. Ahora es un poco más complicado, pero cuando lo interiorice no creo que sea mucho más difícil. Me puedo adaptar bien de central, ya lo hice en el PSG y el Pick Szeged. La clave será adaptarme a la mecánica del juego y, con compañeros tan buenos al lado, será más fácil.
¿Tiene esperanzas de seguir aquí más allá de esta temporada?
‘Pasqui’ ha sido claro conmigo y jugaré hasta final de temporada. Yo llego para intentar jugar a mi mejor nivel y disfrutar. Si eso comporta que el club quiera que me quede más tiempo, mejor. Mejor que en el Barça no creo que pueda estar en ningún sitio. Yo lo daré todo en la pista.
¿Se siente más un jugador de talento o fruto del trabajo?
No tengo un talento especial para este deporte, a mi nivel he tenido que trabajar mucho para desarrollarlo. De pequeño pocos podían creer que jugaría en la élite. Puedo dar siempre un 7 u 8, pero si no voy al máximo soy un jugador vulgar. Esta autoexigencia me ha hecho llegar aquí, sin ella diría que no estaría en la élite. Entré a los 14 años en el Granollers y allí me acostumbraron a trabajar siempre al máximo. De no haberlo hecho así, no sería ni la mitad del jugador que soy.
Por talento, ¿qué jugador le ha impresionado más?
Por talento, Mikkel Hansen. Estuve dos años con él en el PSG y viendo lo que hacía, haga lo que haga, siempre lo tendrá. Igual yo iba al 100% y él, en el mismo partido, jugaba a un nivel impresionante, y todo aparentemente caminando, sin sudar. Es un talento especial.
¿Cree que perdió en el PSG un tren importante en su carrera?
Creo que jugué a gran nivel, pero no era el perfil de jugador que buscaban. Me sentí muy bien sobre todo en la segunda temporada, pero no me dieron la continuidad suficiente para seguir más años. Preferían a Narcisse y jugadores de la selección francesa. Llegó Accambray y salí yo.
¿Buscaban un jugador más mediático?
Sí, un jugador diferente incluso fuera de la pista, más mediático. Ahí los jugadores españoles, y más en el extranjero, lo tenemos más difícil porque el balonmano no tiene la repercusión de Alemania, Francia o los países nórdicos. En esto siempre perdemos si nos comparan con ellos.
¿Cuál ha sido su mejor etapa?
Aunque en cada club he tenido momentos muy buenos, el mejor año fue el del Ademar, es donde disfruté más. También las dos últimas temporadas en Granollers fueron muy especiales. En París también estuve luchando hasta el final por la Champions