SERGIO AGÜERO

Repuesto el Atlético de aquel mazazo. El Atlético de Madrid disfrutó de Sergio Agüero unas temporadas, fue el heredero del Niño en la delantera. El dinero que dejó Torres sirvió para fichar a Forlán y varios jugadores más. El equipo rojiblanco por fin alcanzó la Champions, ganó dos títulos (Europa League y Supercopa), jugar una final de la Copa del Rey... El club había dado un salto competitivo pero aún así estaba lejos de Real Madrid y FC Barcelona.

En el verano de 2011, el jugador sorprendió a todos. Se torció y visitó el club por sorpresa, sin que ninguno de los máximos responsables que se encontraban fuera de España estuvieran, para comunicar su decisión de marcharse. “Lo único que quiero es irme del equipo, pero irme bien. Ya comuniqué mi decisión, la respetaron y espero que la sigan respetando. Ha llegado el momento de pelear por títulos”, refirió el jugador entonces. Fue la pero de todas las salidas, como luego se encargó de señalar Enrique Cerezo. “De todos los que se fueron fue el único que lo hizo mal”, expuso. En aquel momento, el jugador ni siquiera se molestó en ocultar que pensaba en el Real Madrid. “Opciones hay varias, las estudiaremos”. Un flirteo que no gustó y que el Atlético cerró en rotundo. Se acabó marchando al Manchester City en un traspaso que con el paso del tiempo y los bonus que se añadieron ha dejado más de 42 millones de euros.

En el caso del delantero argentino, la decisión fue económica y deportiva.