LA ÚLTIMA COPA DE LUCHO
Luis Enrique cierra su etapa en el Barça jugándose ante el Alavés el que puede ser su noveno título No puede contar con los sancionados Sergi Roberto y Suárez, pero tiene pólvora de sobra Busca la tercera Copa seguida y la 29 del Barça; para los vitoria
El fútbol es un permanente estado de ánimo, sea el primer partido de la temporada o el último. Sin Liga ni Champions League, sin esos dobletes o tripletes emblemas de la marca Barça desde 2009, el barcelonismo tratará hoy de animarse y festejarla como se merece la última Copa de la etapa Luis Enrique, la que sería la 29 del palmarés del club y de una competición barnizada de azulgrana. Para el Alavés, en cambio, sería la primera y la única en 96 años pero, de lograrlo, le sentaría de maravilla. Mucho tiempo esperando un éxito mayúsculo y lo tienen a tiro. Uno es favorito, el otro un candidato que atemoriza con el recuerdo reciente de su victoria en el Camp Nou. Una mezcla apasionante para un encuentro que cerrará también la longeva vida del Vicente Calderón.
No es una Copa de consuelo para el Barça. Y menos después de superar a Athletic, Real y Atlético. Para Lucho, ganarla supondría una gesta histórica nunca vista desde mediados del siglo pasado. Un tercer título seguido que nos remontaría a las campañas de 1951 a 1953 cuando el Barça encadenó tres triunfos de la mano de Fernando Daucik. Antes, el Athletic ya lo había logrado, pero nadie después de los azulgrana. un guiño de la historia para culminar un particular triplete del que muchos no pueden presumir. Sería, en caso de ganarlo, su noveno título de los 13 que ha disputado. Para el vestuario, una Copa más -ha jugado sie-
te finales de las últimas nueve- supondría unas gotas más del elixir Barça a un ciclo que no se puede dar por acabado. Técnicamente, el Barça concluiría con dos: Copa y Supercopa de España. Los jugadores tienen ganas de coger las vacaciones con una alegría y no escatimarán empeño, a pesar de ese molesto ruido mediático con tanto proceso judicial. Ni distracciones ni excusas.
Dos bajas
Lucho no podrá recurrir a su once de lujo. Sergi Roberto y Suárez están sancionados y al técnico le tocará reformular el equipo titular, aunque la tecla de Paco Alcácer acompañando a Messi y Neymar se da por segura. No tendría sentido dejarle en el banquillo. Mascherano llegará a tiempo. Los otros lesionados, no. Para algunos será día de despedida.
Sí estarán Theo Hernández y Marcos Llorente en el Alavés. Los dos cambiarán Mendizorroza por el Bernabéu, pero antes quieren hacer realizad el sueño de un título que persigue como una obsesión a los vitorianos desde hace 16 años, desde aquella final de la Copa de la UEFA perdida frente al Liverpool. Desde que sellaron su permanencia y ese confortable noveno puesto en la Liga, no piensan en otra cosa. El lento discurrir de los días no les ha bajado la tensión. De eso se ha encargado bien Mauricio Pellegrino, que escribió un capítulo en el Barça y quiere escribir otro en el Alavés. Es un tipo experimentado pero no el único. Ibai, Toquero, Alexis Ruano, y Dani Torres saben manejarse en finales de este calibre. El único lamento del argentino, amigo de Lucho, es la baja de Laguardia, gravemente lesionado