Innovando en China
El secretario técnico mantiene su apuesta por el Plan A, pero al mismo tiempo el Barça admite que Paulinho (nada que ver con Verratti) es una opción
El secretario técnico dispone y el vicepresidente económico (Bartomeu), dispone. Robert Fernández no ha variado su primera propuesta:
Bellerín, Verratti, Dembélé . Adía27 de junio y con dos meses de mercado por delante, no sería razonable destensar el nivel de exigencia. Ya habrá tiempo, mucho tiempo, para aflojar e ir corrigiendo la apuesta que hoy sigue siendo plenamente vigente con independencia de las dificultades que presenta.
Hay Plan B, naturalmente, mucho más económico con Semedo, Seri y Deulofeu pero, por lo visto, también existe una tercera variante con Paulinho en el centro del campo. Curiosa posibilidad esta. Cuando todos los clubs europeos intentan colocar excedentes en el desorbitado mercado chino, va el Barça, siempre en vanguardia de la innovación, y se fija en el brasileño del Guangzhou Evergrande, que está tasado en 40 millones.
El futbolista, que hace dos años fue traspasado (14 millones) por el Tottenham al equipo que hoy dirige
Luiz Felipe Scolari, ha reconocido abiertamente una oferta del Barça. Y el Barça, que no desmiente ni confirma, sí admite que es una posibilidad más. Un buen futbolista. Textualmente, señala la versión oficial, “un jugador de equipo” que tiene llegada, experiencia y que rasca donde el Barça no suele dar una patada. Diversos medios añaden que los chinos están pidiendo 40 millones de euros, más o menos la mitad de lo que ofrecería Bartomeu.
Por otra parte, debemos considerar la ficha de Paulinho en China y el ratio salarial que no puede rebasar el Barça y que ya está rozando el límite. El Guangzhou le paga 7 millones netos al brasileño. Un pastón.Y una cosa más, desde el Camp Nou se insiste en que Raül
Sanllehí, que ha vuelto de Brasil, no ha negociado allí ninguna venta ni ningún traspaso.
A todo, fuentes de toda credibilidad confirman lo largo que va a ser este verano por lo lentas que serán todas las negociaciones, básicamente, porque guste o no guste, la realidad es que el Barça no es ni el City, ni el United, ni el Chelsea, ni el PSG ni tampoco el Real Madrid va sobrado de dinero y jugadores con los que poder hace caja. Aquí no se pueden gastar 200 millones de euros sin que se tambaleen las cuentas. Habrá, por tanto, que vender extraordinariamente bien para poder hacer caja y utilizar la imaginación para completar las operaciones.
Hablando de imaginación, este es un término especialmente relativo. Como todos los que se utilizan en el mundo del fútbol. Por ejemplo, es difícil imaginar que el Barcelona descarte a Vitolo (27) por cuestiones de edad -cumplirá 28 años en noviembre- y que en cambio todavía esté valorando la incorporación de Paulinho, que cumplirá 29 en menos de un mes. Y si tomamos como referencia la condición de jugador de equipo, no cabe duda que el canario de Sevilla es pura polivalencia al servicio del grupo. El precio, su cláusula, que se estima entre 35/40 millones. Eso sí, juega en una posición distinta. Algo tan evidente como que Paulinho no juega en la posición de Verratti. En fin, lo dicho. Que todo es relativo. Y en el Barça más