Con la cantera habría que hacer algo a nivel global
Antes que nada, enhorabuena a Leo y Antonela por su boda. Se les nota su felicidad. Mi reflexión va por otro lado. Con la ceremonia de Messi, que ha movilizado a la prensa de todo el mundo explicándonos el antes, el durante y el después, te das cuenta de cómo ha cambiado este mundo en unos pocos años. Hoy en día todo lo que pasa en la vida se convierte en un espectáculo general, eso que ahora llaman ‘viral’. Y no hace falta que seas un futbolista muy conocido para que cualquier actividad de tu día a día sea un asunto de difusión colectiva. Ahora, te levantas una mañana y tu vecino te está explicando que se está tomando una cerveza en una terraza y luego te envía al móvil la foto de la langosta que se comió el domingo en Portlligat. Yo aún soy de los que me la como pero no se lo explico a nadie Estos días se habla mucho de la fuga de canteranos. Tiene mal arreglo, porque hoy en día los clubs que trabajan e invierten en cantera no tienen una cobertura adecuada para proteger a sus talentos. Si esto sigue así, será más difícil que los clubs vuelquen sus esfuerzos en la cantera porque a la hora de la verdad vendrá otro que se llevará a sus jugadores. El problema no puede tener una solución individual del club, tiene que ser general. Y eso será difícil, porque siempre habrá el equipo que esperará a que le formen el jugador y al ver que es bueno, llevárselo.
Hay otro problema de fondo. Antes existía el derecho de retención, por el cual un club te renovaba automáticamente sólo subiéndote el 10% del sueldo de tu último contrato. Vamos, que si el club quería, allí te morías. Ahora es al revés. Manda el jugador sobre el club: si juega bien, querrá más dinero; si juega mal, cobra igual. Como siempre, en el término medio está virtud: ni todo a favor del club, ni todo a favor del futbolista