Valverde arranca el 10
El nuevo entrenador llegará dos días antes de la primera sesión del equipo y empezará a decidir con los cedidos y a partir de la ilusión de los nuevos
De vuelta de su safari fotográfico, con el tiempo justo para encontrar casa y repleto de ilusión, Ernesto Valverde estará el lunes 10 en la Ciutat Esportiva preparando el estreno del 12 con el Barça. Su primer día de los próximos dos años. O más de dos. Y eso sí, desde el aterrizaje, trabajo a destajo para despegar en condiciones.
Hay que decidir cosas nada más llegar y no quiere hacerlo sin ver, por ejemplo, cómo está Vermaelen (aspirante a quinto central), sin conocer el nivel de ilusión de los que se atascaron la temporada pasada, sin saber a ciencia cierta quién vendrá y quién se quedará en el camino. En fin, tela... El verano pinta largo y,
visto desde fuera, además será complicado. Las opciones prioritarias, escuchando al presidente, están complicadas. Difícil Bellerín, casi imposible Verratti e imposible Dembélé. Y el que ya está aquí como alternativa, Deulofeu, tiene tantas dudas de su papel como el Barça del suyo.
Sabemos, por su trabajo en el Athletic, que Valverde se pondrá al frente de la plantilla que acabe teniendo y tirará del carro como si no hubiera nada mejor. Y, por otra parte, puede que algo bueno ocurra en el mercado, porque la sensación catastrofista de hoy con respecto, por ejemplo, a Verratti aún puede dar muchas vueltas. Lo que acaba de hacer el Barça, estratégicamente, es disculparse ante el PSG y mostrarle el respeto debido. El tacto con el que debiera haberse empleado antes. Otra cosa bien distinta es que, como podría deducirse por las declaraciones del presidente, es que se arroje la toalla. No. No se han rendido. Queda mes y medio largo de mercado.
Y es que mientras por boca de Bartomeu el Barça destensaba la cuerda, Donato di Campli, agente del astro italiano, volvía a apretar las tuercas señalando en la presa de su país que Verratti es un rehén del emir del PSG. El jugador pidió a su vez perdón y se reserva para tomar la iniciativa, con el Barcelona contemplando el pulso desde la barrera que ayer levantó el presidente. Se trata de que no le pille el toro.
Por cierto, Valverde se fue sin saber que habría cambios en la cúpula del fútbol profesional. Si sabía, en cambio, que Pep Segura había formado parte de la comisión técnica que decidió su contratación. Y el hoy mánager general apostó fuerte por Ernesto, a quien siente más próximo al talante de Guardiola que al de Luis Enrique. En esto, tranquilidad. No ha cambiado nada