Cuestión de estado
El Barça se ha encontrado con un problema inesperado en las negociaciones por Marco Verratti. Temían que iban a chocar, por razones obvias, con la intransigencia del presidente del PSG, Nasser Al Khalaifi. Pero no esperaban que ese tema futbolístico se convirtiera en una cuestión de estado.
Los intentos de negociación con el PSG han coincidido con la crisis política de Qatar ante el boicot liderado por Arabia Saudí y Egipto. Eso ha influido para que Tamim bin Hamad Al Thani , el jeque qatarí, haya dejado claro que no pueden dar una sola muestra de debilidad, por mínima que sea. Dejar escapar a Marco Verratti sería un mal ejemplo en estos momentos y el jeque se lo ha hecho saber a los responsables del equipo de su propiedad.
El Barça, según personas muy ligadas al PSG que conocen los intringulis del club propiedad de los qataríes, podría haber equivocado su forma de atacar el fichaje de Marco Verratti. No hay peor forma de negociar con los qataríes que presionarles. Son gente muy orgullosa, sin necesidades económicas. Esas mismas fuentes recordaron que ese error ya lo cometió el Barça al intentar renovar el contrato de patrocinio con Qatar Airways.
Quizá hubiera sido mejor utilizar primero la vía diplomática con el jeque, utilizar a gente que sirviera de puente entre ambas partes como Valero Rivera (íntimo del sheik), a Xavi Hernández, que juega allí o hasta a un personaje tan importante en Qatar como Hassan Al Thawadi, hombre fuerte del Mundial de 2022, buen amigo del Barça.
Logrado ese primer paso, hubiera sido diferente ‘atacar’ a Nasser Al Khalaifi, que no deja de ser un ‘empleado’ de la familia real. El Barça deberá replantear su estrategia si quiere lograr el fichaje de Marco Verratti. Negociar con Qatar necesita de mucha paciencia y todavía más diplomacia. Deberían saberlo y tenerlo presente. Ahora, los qataríes están, otra vez, muy cabreados. No será fácil