Gestos de futbol
“MI NIÑO VALIENTE SE HA IDO con los ángeles hoy”. La familia del británico Bradley Lowery, de 6 años, anunció de esta forma la muerte del pequeño, víctima de un neuroblastoma, extraño tipo de cáncer. Fan del Sunderland se convirtió en su mascota y se hizo amigo de Jermain Defoe. La imagen del delantero, actualmente en el Bournemouth, con el chaval en brazos antes de los partidos del Sunderland dio la vuelta al mundo. El jugador no pudo reprimir las lágrimas en la conferencia de prensa del pasado jueves. “Estará siempre en mi corazón”, dijo.
LOS JUGADORES DEL ATHLETIC CLUB se raparon la cabeza para solidarizarse con el central vasco Yeray, 22 años, que recayó después de haber superado un tumor en un testículo. La plantilla acudió al entrenamiento matinal de Lezama con la cabeza rapada en señal de apoyo a su compañero: “Queríamos que se sintiera lo más cómodo posible aquí”, explicó Oscar de Marcos, centrocampista del Athletic que comentó que querían tener un detalle con Yeray.
DEFOE, ROTO POR LA MUERTE anunciada del pequeño Bradley y los excelentes jugadores vascos volcándose con Yeray indican que el fútbol no es solo un gran negocio universal sino también el lugar de gestos solidarios y naturales, lejanos del marketing, la estrategia o el fin comercial puro. Los futbolistas son tipos que participan de un gran espectáculo que levanta pasiones, pero también son capaces de actuar con el corazón y hacer feliz a un chavalito con una enfermedad terminal logrando que cumpliera su sueño o emocionando a un compañero con un gesto colectivo sensacional como raparse todos la cabeza para que Yeray se sintiera cómodo. A veces el fútbol conecta con las emociones sin que sean necesarios los goles, los estadios o las pasiones. Hay días que todos nos sentimos futbolistas, como Defoe o los jugadores del Athletic