Los domingos, una pesadilla para Verstappen
El holandés es el piloto que menos vueltas acumula en las carreras disputadas en lo que va de 2017
El 15 de marzo de 2015 Max Verstappen se convirtió en el piloto más joven en disputar una carrera de Fórmula 1. Contando con solo 17 años, 5 meses y 15 días, el hijo del siempre controvertido Jos Verstappen se hizo con este récord que a día de hoy (y previsiblemente durante mucho tiempo) lleva su nombre. Más tarde, en el Gran Premio de España de 2016 se convirtió también en el más precoz (18 años, 7 meses y 15 días) en lograr una victoria en el ‘gran circo’. Lo hizo en el que era su primera carrera a bordo de un coche competitivo como el Red Bull, tras ser ascendido días antes desde Toro Rosso en detrimento de Daniil Kvyat, pero este 2017, que prometía ser el año de su consagración definitiva en la élite del ‘gran circo’, está siendo en realidad un curso de auténtica pesadilla, especialmente en lo que se refiere a los domingos de carrera.
Tanto es así, que por paradójica que parezca la situación para el ‘niño maravilla’ de la estructura energética que aparecía en las quinielas de los candidatos al título del presente curso, ‘Mad Max’ es tras haberse celebrado 9 carreras del mismo el piloto que menos vueltas ha completado en carrera.
Las vueltas previstas para los domingos disputados hasta ahora (Australia, China, Bahrein, Rusia, España, Mónaco, Canadá, Azerbaiyán y Austria) suman un total de 558, de las que Max Verstappen tan solo ha completado 277. Dicho de otra forma, el holandés es el único de toda la parrilla que no acumula ni siquiera el 50% de las vueltas que se han dado en lo que va de campeonato, un registro que habla por sí solo de lo discreta (por no ser demasiado duro) que está siendo la temporada del joven talento neerlandés.
Fernando Alonso es por su parte el piloto que más banderas a cuadros se ha perdido hasta el momento. El asturiano sólo vio las de Montmeló y Bakú, e incluso se perdió completamente la cita de Mónaco por su aventura en las 500 Millas de Indianápolis, pero aún así lleva en lo que va de curso 319 giros, superando los 277 citados de Verstappen; aunque, eso sí, es el 2º en esta clasificación que nadie quiere liderar.
En el polo opuesto a ‘VER’ y ‘ALO’ están Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, los únicos que pueden presumir de haber completado las 558 vueltas contabilizadas hasta la fecha en este 2017.
Ocon, en la situación opuesta
Esteban Ocon, apuesta de futuro de Mercedes que actualmente compite al mando de un Force India, es el otro piloto que junto a Vettel y Hamilton cuentan con un ‘0’ en su casillero de abandonos, pero en su caso ha perdido vuelta en cuatro carreras, por lo que oficialmente ha dado 554 giros.
En cualquier caso, y a pesar de que en el campeonato tiene 6 puntos menos que Verstappen, su temporada está siendo más que notoria atendiendo a su regularidad, un buen camino de aprendizaje para otro de los candidatos a
Incluso Alonso, que tan solo ha finalizado dos carreras, acumula más giros que Max
Sólo Vettel y Hamilton pueden presumir de haber dado las 558 vueltas de las 9 citas
ser campeón del mundo de F1 durante la próxima década.
Sea como sea, lo que está claro es que el 2017 no está siendo ni de lejos el año que esperaba Max Verstappen. El holandés fue definido el pasado curso como un piloto ‘de videojuego’, atendiendo a su capacidad de lograr convertir en realidad lo que parecía propio del mundo virtual, y, este año, con el registro comentado, cinco abandonos, y viendo como su compañero en Red Bull Daniel Ricciardo le supera por 107-45 en el tanteo de puntos, está comprobando que en ocasiones la realidad puede resultar muy cruda.
“Llega un momento en el que piensas: ‘¿Cuánto va a durar esta racha?’”, se preguntaba recientemente el propio Verstappen, consciente de que la fortuna le está dando la espalda este año. El holandés da por perdido ya este curso y manifestó recientemente que ya piensa en 2018. Talento le sobra, pero en situaciones como la que está atravesando esta temporada también necesita ser muy fuerte mentalmente para que la frustración no haga más mella de la debida en su moral