Gracias, Josep Lluís
Este pasado martes se ha celebrado el 30 aniversario del Centre d’Alt Rendiment de Sant Cugat del Vallès (CAR), un centro deportivo de referencia internacional nacido para dar cabida y albergue a los deportistas de elite que, cinco años después, en 1992, participarían en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Un acontecimiento de alcance mundial que hizo posible que la capital de Catalunya se diese a conocer en toda la aldea global, sin excepción.
Ha sido la gran fiesta de conmemoración del CAR que terminó con un regalo en honor de su precursor, promotor e impulsor, Josep Lluís Vilaseca , el máximo responsable del deporte catalán de la época, y hombre incansable en su ímpetu de trabajo dónde los haya. Entre muchos otros logros en el deporte, consiguió el traspaso de las competencias de Deportes a la Generalitat de Catalunya dando paso a la creación de las federaciones catalanas. Un modelo que a posteriori sería imitado por el resto de comunidades autónomas. También en el ámbito internacional, su presidencia en la comisión jurídica y de disciplina de la UEFA aportó cambios importantes como la introducción del vídeo para repasar las jugadas polémicas.
Desde ahora el CAR llevará el nombre honorífico de “Centre d’Alt Rendiment Josep Lluís Vilaseca”, que ha sido en todos los aspectos el padre de esta instalación de tres décadas de vida con centenares de deportistas allí formados, orgullo de nuestro deporte y de nuestro país. Vilaseca ha sido siempre un hombre tenaz, aceptado y querido por todo el mundo, cordial y discreto. Un señor poco común. Y que el CAR adopte su nombre es el mejor y merecido podio que la Secretaria General de l’Esport y el Govern de Catalunya le pueden ofrecer. Gràcies, Josep Lluís Vilaseca