Garden Tona, única responsable del césped
En el club preocupa la vuelta a la austeridad que ha desangelado el último trofeo Joan Gamper
Definitivamente, la jardinera Garden Tona será la única responsable del estado del césped del Camp Nou esta temporada, una superficie híbrida entre natural y sintética aún pseudo-experimental, que el curso pasado resistió con un notable más que alto a las exigencias del juego del primer equipo.
Su competencia directa, la jardinera Royal Verd, había sido hasta ahora el cuidadoso proveedor y cuidador del césped del Camp Nou y del Miniestadi y también de la Ciutat Esportiva.
Este verano, sin embargo, coincidiendo con un cambio en la jefatura de compras, se ha producido un giro inesperado. Royal Verd ha sido descabalgada del Camp Nou en beneficio de Garden Tona, primero como responsable de colocar el nuevo césped y ahora también de su mantenimiento. Parecía una temeridad repartir esas funciones entre dos empresas tan directamente rivales en el ámbito comercial y profesional.
Dentro del club, la decisión ha tenido distintas lecturas, pues hay quien interpreta este retorno al pasado fruto de la relación personal del actual director de operaciones, Valentí Daurà, con entornos próximos a la anterior junta de Joan Laporta, concretamente el conocido como ‘Clan de Sant Cugat’.
Otra versión sostiene que el relevo obedece a una política salvaje de rebajas en el gasto, una medida que también ha afectado a los carnets de esta temporada, fabricados sin el código de seguridad que antes llevaban, con el riesgo de una más fácil clonación y de dificultades en la lucha contra la reventa y el fraude.
Ha trascendido que el área de compras pretende ahorrar este año cinco millones de euros, pero no tanto por recuperar la línea de austeridad perdida como por acumular méritos ante el presidente Josep Maria Bartomeu, dando la impresión de que Òscar Grau ha perdido un poco el control de este macro-departamento de operaciones que además de compras asume instalaciones y desplazamientos entre otras áreas.
Donde los socios más han detectado esta reducción del gasto sin contemplaciones ha sido en aspectos como la Fan Zone de la final de la Copa del Rey –ya hubo quejas externas e internas- , la Fan Zone del homenaje a Wembley-9 y especialmente la de este Gamper, incluida una ceremonia de presentación de la plantilla sin alma ni emoción.
En el exterior del estadio contrastó ciertamente el espacio Damm con el resto del montaje. El patrocinador del Gamper, más que un patrocinador por arraigo y proximidad, levantó un escenario de nivel y atractivo en línea con la sensibilidad que, además de la excelencia, ha caracterizado hasta ahora este tipo de actos prioritariamente concebidos como un servicio de primera calidad al socio y seguidor del Barça.
El resto de la Fan Zone y la ceremonia dejaron, en este sentido, la imagen del Gamper más desangelado de los últimos quince años