Una reconstrucción urgente y costosa
El Clásico de la Supercopa evidenció carencias que deben corregirse en el campo y también en los despachos
Después de no ganar la Champions ni la Liga, al Barça le urgía una rápida transición, acelerar el cambio de Valverde por Luis Enrique y que la reconstrucción de la plantilla resultara lo menos traumática y más eficaz posible. Pero los fichajes no terminan de desembarcar y el equipo está evidenciando sus carencias. La marcha de Ney no ha encontrado aún una respuesta contundente y el equipo lo está notando en este arranque. El partido de Supercopa de España ante el Madrid no debe ser una referencia porque es el primero pero ha multiplicado las dudas estructurales de un equipo que necesita una inmediata reconstrucción, al precio que sea
FICHAJES INMEDIATOS
Es la principal conclusión que se puede extraer de este primer Clásico oficial. El Barça siempre ha esgrimido que el mercado se cierra el 1 de septiembre pero a dos semanas, solo hay dos fichajes, Semedo y Paulinho, este último oficializado ayer, más Deulofeu. Tres llegadas que no son suficientes para que Valverde pueda decir que se está dando un paso adelante. Falta el ‘punch’, el gol de Neymar y dotar de mayor creación al centro del campo. Se necesitan cracks. Coutinho y Dembélé, que saldrán por un dineral.
APUNTALAR EL 4-3-3 Y EL 4-4-2
Valverde utiliza dos dibujos tácticos, como ya hiciera Luis Enrique. El habitual de partida pensando en el ataque, el 4-3-3 de siempre, y el 4-4-2 defendiendo, con Deulofeu ayudando al centro del campo, aunque el canterano no es un especialista en actuaciones defensivas. A este planteamiento le falta consistencia en la media y al extécnico del Athletic le gusta jugar con dos pivotes.
INDEFINICIÓN EN EL LATERAL DERECHO
Aleix Vidal no tuvo presencia en el Barça de Luis Enrique ni tampoco gozó de su confianza. Valverde le ha alineado como titular en la Supercopa de España, dejando a Nélson Semedo, por el que se pagó 30 millones más variables al Benfica, en el banquillo. El portugués no parece haber convencido desde el primer día lo que resulta extraño. La actuación del canterano ante el Madrid no acaba de ayudar. Pasó problemas ya que el ataque blanco siempre fue por su lado
SIN TANTA PRESIÓN
La presión alta ejercida el año pasado no se está plasmando con rotundidad. La mayoría de los intentos resultaron baldíos, y más cuando todas las líneas no va a una. El Real Madrid supo salir de los aprietos con calidad técnica, combinaciones y apoyos, hilvanando contragolpes que resultaron, en algunos casos, terribles.
MARCAJE INDIVIDUAL A MESSI
Otra forma de enjaular a Leo es marcándole por todo el campo de forma individual. Antigua pero eficaz. Kovacic le persiguió por todas partes durante algunas fases del Clásico, incluso cuando el crack argentino decidía acudir a la media en busca del balón. El croata, que ocupó el puesto dejado por Modric, se convirtió en la gran novedad táctica que Zidane, que también ordenó ayudas, beneficiando a Casemiro, con más libertad para subir al ataque.
PÉRDIDAS DE BALÓN EN ZONAS DE RIESGO
El Barça tuvo pérdidas de balón en zonas peligrosas del campo que propiciaban inmediatos contragolpes de los blancos. En algunos casos, la defensa andaba descolocada y algún defensa debía multiplicarse para rechazar balones. Los blancos supieron abrirle el campo mucho mejor.
DUELOS INFRUCTUOSOS
El éxito del uno contra uno también marcó el discurrir del encuentro. El Barça se quedó en el 45,3%, mientras que el conjunto de Zidane logró alargar este porcentaje hasta el 54,7%. Una batalla que los azulgrana acabaron notando en exceso y que no permitieron crear ocasiones con claridad.
LA CARTA DEULOFEU
El de Riudarenes no logró destaparse ante el Real Madrid, en un examen que le exigía mucho a las primeras de cambio, y aunque estuvo aplicado en defensa, no pudo aportar demasiados recursos ofensivos en ataque. Tapar el vacío dejado por Neymar no se solventa de un día para otro y no se le puede pedir que rellene semejante vacío ya.
MÁS RÉDITO EN LOS CÓRNERS
El Barça llegó a sacar hasta 13 saques de esquina, pero ninguno de ellos tuvo el premio del gol. Si antes era Rakitic el que solía picarlos habitualmente, ahora el croata ya no es el especialista. Puede sacarlos Messi, en corto y en largo. Así lo hizo en la mayoría de las veces, restando efectividad en segundas jugadas. En la segunda parte los lanzó Denis Suárez.
FALTA DE REACCIÓN
Cuando el Barça se rompió por el centro, el equipo echó en falta la entrada de un jugador que permitiera dosificar el sistema. Tampoco Valverde dio con la tecla de lo que necesitaba el equipo, aunque la entrada de Sergio Roberto y, sobre todo, Denis revitalizaron el juego ofensivo, dotándole de ocasiones de peligro.
UN BANQUILLO RESOLUTIVO
El Barça sigue sin tener un banquillo que revolucione un partido, como sí lo tiene el Real Madrid. A excepción de Umtiti, los fichajes del año pasado no acaban de tener peso. No hay sensación de mejora cuando el técnico saca a un jugador. Hoy, André Gomes, que no estuvo convocado, no sabe si está dentro o fuera.
REARMAR LA MORAL
A Valverde le tocará remendar el desperfecto de esta ida pero también reanimar a un vestuario que ha quedado muy tocado después del varapalo blanco. Todo pasa por ofrecer una buena imagen en Madrid y, al menos salir triunfal del Santiago Bernabéu