El City recurre al milagro
Sterling dio el triunfo en el último suspiro a los de Guardiola frente al Bournemouth para seguir cerca del United
El City se abonó a la épica, a la persistencia y a los rebotes de última hora para sumar un triunfo in extremis ante el Bournemouth (1-2). En el descuento, como suele ocurrir en la Premier, hubo de todo. Pasó el cuadro de Guardiola de poder perder a acabar sumando tres puntos de oro, gracias al tanto de Sterling, que acabó expulsado al ver una segunda amarilla tras celebrarlo con la grada. En el festejo, además, Agüero se vio presuntamente involucrado en un forcejeo con uno de los miembros de seguridad, hecho que propició una investigación policial después de que el guardia denunciara al jugador del City, que quiso quitarle hierro al asunto que finalmente quedó en nada.
Se reencontró el City consigo mismo durante la primera mitad, agradecido por el cambio táctico introducido por Guardiola, que regresó al 4-3-3. Mendy, que debutó, monopolizó el sector izquierdo y condensó gran parte del peligro de los visitantes.
El encuentro, sin embargo, empezó como de costumbre para el City. Dos acercamientos del Bournemouth que se saldaron con un gol y una gran ocasión desbaratada por
Ederson. No pudo hacer nada el guardameta brasileño, vendido ante el misil de Daniels a la cruceta (13’). Silva, sin embargo, fue una vez más el encargado de cambiar el guión del encuentro. Le bastó con
un pase al espacio para asistir a Gabriel Jesus, que desvió y empató el choque (21’).
En búsqueda de la remontada
Se desataron entonces los de Guardiola, asociados siempre al balón. Solo un disparó de King a la madera avisó al City, que a partir de ese mo- mento se decidió a ir a por los tres puntos, vitales para seguir cerca de la cabeza. Tres remates de Fernandinho, Agüero y Otamendi avisaron a los de Eddie Howe, que cuando se relamían por el empate les llegó el jarro de agua fría final. Con el tiempo superado, un disparo mordido de Sterling acabó colándose en la portería de Begovic ante el delirio de Pep (97’), que lo celebró desde la banda con la alegría del que no se podía permitir fallar. La expulsión del extremo inglés por ir a las gradas fue un mal menor, porque el City salvó los muebles en el suspiro final. Quien la sigue la consigue