Sin el descaro de su fútbol
Discreto y tímido, Dembélé ya desata pasiones como culé
El avión que trasladaba a Ousmane Dembélé a Barcelona llegó con algo más de media hora de retraso. Faltaban 10 minutos para las 18.00 h, horario previsto para que Ousmane apareciera por las puertas de las oficinas del FC Barcelona cuando el delantero salía del aeropuerto dirección al Camp Nou. No había tiempo que esperar. El joven francés, que viajó acompañado por sus padres, tres amigos y su representante, empezaba a vivir su sueño.
Mientras, en el Estadi, cada vez más aficionados del Barça no podían esperar a la presentación oficial de este mediodía. Impacientes, se amontonaban en la puerta metálica de la calle, esperando ver a su nuevo ídolo entre los barrotes y la barrera humana que formaban los medios de comunicación, que también aguardaban con gran expectación la llegada del delantero internacional francés. Los seguidores, que llegaron al centenar y algunos de ellos ya lucían con orgullo la nueva camiseta del flamante fichaje del FC Barcelona, mataban el tiempo con cánticos culés y coreando el nombre de Dembélé.
Y el joven crack, recibido por Robert Fernández, su gran valedor, no se hizo esperar demasiado. Sobre las 18.20 h. salió en solitario por la puerta de oficinas, vestido con un polo oficial del FC Barcelona y posó con media sonrisa, algo tenso, ante las cámaras. Solo los gritos de los aficionados y sus cánticos –algunos incluso en francés– le arrancaron una completa sonrisa. El atacante, que en algún momento se encontró sin saber qué hacer, devolvió el cariño de los seguidores con un saludo. Hoy, en el Camp Nou y con un balón, empezará a complacer a su nueva afición
La estrella emergente estuvo siempre arropado por sus padres y tres amigos