Descontrol financiero a tope
No podemos quejarnos, el Barça está al máximo nivel con los jeques
Ganar es la mejor táctica, sistema o alineación que hay en fútbol. El Barça así lo ha hecho en los dos primeros partidos de Liga, cuatro goles a favor, cero en contra y ya van olvidándose los lamentables partidos de la Supercopa. Ahora ya se realza que contra el Alavés jugaron ocho de la cantera, como en los buenos tiempos -bueno, cuatro de ellos de ida y vuelta, Aleix, Piqué, Alba y Deulofeu, pero no importa, cuando se gana, pasapalabra-. Nadie ha dicho, porque cuando se vence estas cosas no se dicen, que la alineación de estos ocho, excelente, demuestra una vez más los errores, graves y caros de los fichajes que se hicieron los últimos años. Sin nombres, por favor, que los jugadores no tienen culpa de que los fueran a contratar. Y decir estas cosas no es problema de ‘negoci’, se trata de sentido común y de conocer bien cómo hay que hacerlo para triunfar en las contrataciones.
Lo más sensacional y público en el momento es la llegada de Dembélé. La súbita marcha de Neymar, casi diría que es mejor que no hubiera venido con todos los problemas que nos ha creado, abrió un agujero en la parte izquierda del ataque blaugrana. El nuevo fichaje es muy rápido, desborda y pasa. Por ahora finaliza poco. ¿Será así en la Liga española? Esta es siempre la gran incógnita. Lo que es seguro es que es el fichaje más caro de la historia del Barça. Solo el de Neymar podría superarlo según lo que pase en el juicio pendiente de la Audiencia Nacional. Y la posible llegada de Coutinho también podría dejar atrás el coste del francés.
Esperemos que todos estos precios desorbitados no influyan en el rendimiento de los futbolistas aunque Dembélé ya tiene al parecer experiencia en esto de irse de su club a base de no ir a entrenar -antes en el Rennes y ahora en el Dortmund-, cosa que habrá que tener en cuenta aquí por si un día, una mañana o una tarde no aparece en el vestuario. Porque ya se sabe que quien con niños se acuesta, mojado se puede levantar. Pero en fin, había que jugar a la ruleta ante la pujanza del Real, la marcha del brasileño y la presión que se nota en una parte de la masa social azuzada por barcelonistas que buscan sus propios intereses. Ahora, a por Coutinho. ¿De qué jugará? Ya lo veremos. El asunto es sentirse seguro de lo que haces y si luego esto no va, bueno, qué quieren que les diga. No quiero comparar con otras situaciones pero ya tenemos experiencias de fichar otros jugadores y luego difícil encajarlos. Todos los tenemos en la memoria.
Pronto los ocho canteranos de ayer se quedarán en cuatro y entonces no tendrá importancia. Lo que no se puede decir es que el Barça no invierte en jugadores. Más de 200 millones en aquella lista iniciada por Arda y acabada con André Gomes y Alcácer. Ocho futbolistas, 210 millones. Ahora Semedo, Paulinho, Deulofeu . 82 más. Y variables -algún día tendrían que detallarnos en qué consisten estos variables porque algunos son solo de nombre, es decir, que son fijos-. Ahora añadimos 150 de Dembélé, más otros tantos de Coutinho. Puede llegar a 582. Por ahora. Restando los 222 de Neymar quedan 360 de inversión. No podemos quejarnos de las apuestas diversas. Estamos al máximo nivel con los jeques. Solo pienso qué hace el Madrid con su dinero. Esto empieza a calentarse