SIN RESPIRO
Contador sorprende atacando, y Froome sufre dos caídas y una avería en una etapa a priori de transición El de Pinto saca provecho ‘picando’ 22” al grueso de favoritos y 42” a un líder que minimizó daños
Aquello de que después de la tormenta siempre llega la calma, en esta Vuelta a España no se cumple en absoluto. El pelotón esperaba ayer una jornada de transición tras la batalla del miércoles en Calar Alto, pero el tesón de Contador y la mala fortuna sufrida por Froome propició un final de etapa más que trepidante en Antequera.
Tomasz Marczynski fue quien levantó los brazos al cruzar la meta en solitario, pero el que es su segundo triunfo en esta Vuelta (ganó en Sagunt) quedó eclipsado por todo lo mencionado que sucedió en cuanto a los favoritos de la clasificación general.
En primera instancia, y cumpliendo con el guión previsto, se formó una fuga de 14 unidades, con José Joaquín Rojas, David Arroyo y Omar Fraile opositando para lograr el primer triunfo español de esta edición de la Vuelta que tendrá que esperar, como mínimo, un día más.
Triunfo de Marczynski
La ascensión al Puerto del León, ‘primera’ situado a unos 50 kilómetros de meta, fue relativamente tranquila, pero la posterior al Puerto del Torcal acabó por tensar la cuerda y hacer la selección de cara a la lucha por el triunfo de etapa. Fraile, con fuerza en las patas, fue el primero que arriesgó, pero Marczynski, conocedor del terreno al estar afincado en Granada, respondió con más fuerza y se marchó en solitario firme hacia el triunfo.
Minutos más tarde, en aquellas rampas Contador y Roche sorprendieron al saltar del grupo de favoritos, y si el irlandés poco después perdió fuelle, el de Pinto regaló al espectador otra de sus exhibiciones de perseverancia y profesionalidad hasta el último día (se retira tras esta Vuelta). El ‘Pistolero’ tiró con todas sus fuerzas para hacer daño al resto de favoritos en una ‘pseudo contrarreloj’ de 15 kilómetros, y ayudado en el tramo final por su compañero en el Trek Theuns, que caía de la antigua fuga de 14, cimentó una renta que en meta fue de 22” respecto a los Nibali, Chaves, De la Cruz, Aru y compañía, rivales directos del madrileño en la lucha por el podio de Madrid.
¿Y Froome? Pues el británico vivió un final de etapa para olvidar, y aunque salvó el maillot rojo sin problemas, gastó gran parte de su energía para hacerlo. A unos 10 kilómetros de la meta sufrió una primera con caída con avería de regalo, cambió de bicicleta, y metros más tarde, se volvió a caer. Con esto, perdió comba con el grupo de favoritos, desde el que rápidamente se descolgaron Mikel Nieve y Wout Poels para ayudarle a minimizar los daños.
Al final, cruzó la meta con una desventaja de 20” respecto al grupo de los favoritos, y continúa siendo el primero de la general; pero la ventaja respecto a Nibali, su más inmediato perseguidor, baja de la frontera del minuto, estableciéndose en 59” de esperanza italiana. Dudar que Froome es el claro favorito a llevarse esta Vuelta sería una temeridad, pero visto lo visto, hasta que no cruce la meta de Madrid el próximo 10 de septiembre no va a poder celebrarlo ni lo más mínimo.
La etapa de hoy sí debería ser tranquila en lo que respecta a los favoritos al tratarse de 198,4 kilómetros llanos con la única excepción de un puerto de tercera (el Alto de Ardales) en el tramo inicial. Solo el viento o las caídas podrían propiciar unos cambios en los primeros puestos de la general que por contra sí que se esperan mañana con la llegada en la Sierra de la Pandera, de categoría especial