Paulinho será nuestro Casemiro
Un equipo de futbol es un engranaje de alta precisión que debe estar equilibrado y sincronizado. A veces una sola pieza lo desarticula o lo completa.
Considérese el caso del Real Madrid: Carlo Ancelotti no se decidía o no le dejaban alinear a Casemiro. Lo mismo le sucedió a Rafa Benítez. Llegó Zinedine Zidane, lo puso y el equipo ganó la consistencia en medio campo que permitió la explosión de Luka Modric y Toni Kroos. Encima empezó a marcar goles. Era la pieza que faltaba y Zidane supo dar con ella.
Lo mismo veo en el Barça con Paulinho, por que la media del Barça va escasa de músculo. Solo Ivan Rakitic aguanta los partidos físicos -que suelen ser los de Champions y alguno de la Liga- porque Andrés Iniesta, que es todo clase y finura -no puede poner el pie, ni aguantar la carga de los jugadores grandes que corren por la Champions League.
Sergio Busquets, que cada vez hace jugadas más hermosas y de clase, tampoco es un gladiador. Se necesita músculo en medio campo, con clase naturalmente, y eso lo tiene Paulinho que es titular de la selección brasileña. Acordémonos de Edmílson, por ejemplo.
Si Dembélé desborda como Neymar habremos salvado los muebles, pero dudo que pase con la clarividencia del brasileño, que por eso es el número dos del mundo. Para que los corifeos de Sergi Roberto tengan razón -y deseo que la tengan por el bien del Barça- este jugador debe dar el paso al frente de una vez esta temporada. Ya no puede seguir más meses como la gran esperanza. A Iniesta hay que dosificarlo y evitarle los partidos de cariz físico. Y a Deulofeu sugerirle que vuelva ser más individualista. Veo una plantilla más equilibrada que el año pasado