EXIGENCIA MÁXIMA
La Selección, con un jugador menos tras la baja de Abrines, afronta un cruce preocupante Mañana se enfrenta otra vez a un anfitrión, esta vez Turquía, sin margen para el error
Con un jugador menos que el resto de rivales tras perder a Álex Abrines y enfrentándose a un anfitrión otra vez. España llega a los cruces del Eurobasket con buen ánimo y correcto estado de forma pero con la obligación de hacer frente a contratiempos imprevistos que van poniendo a prueba a un equipo hasta ahora fiable.
Con esa sensación de ser capaces de superar estos últimos obstáculos, el equipo llegó ayer a Estambul para instalarse en la nueva sede y preparar el duelo demañana (17:45 horas). Se trata de superar a Turquía, teóricamente el cuarto clasificado del grupo D pero el equipo que contará con más apoyo en las gradas del Sinan Erden de Estambul. Pese a presentar una selección en fase de transición que dista de parecerse a la que fue subcampeona mundial en 2010 en este mismo escenariio, Turquía no deja de ser un rival que en un día inspirado y jugando en casa puede poner muy difícil la victoria.
Sergio Scariolo, seleccionador español, tiene claro que Turquía es “un rival duro, como cualquiera que hubiera salido de un grupo competido y equilibrado como ha sido el Grupo D. Obviamente contará con un ambiente fantástico y un público que aprieta muchísimo y que tradicionalmente ha llevado al equipo turco a grandes resultados cuando ha actuado de local, tanto en Eurobasket como Mundial.”
El técnico de España analiza al equipo dirigido por Ufuk Sarica y asegura que se trata de “una plantilla de mucho talento liderada por Cedi Osman, talento emergente con salto ya a la NBA”. Además cuenta con una serie de jugadores “con excelente capacidad anotadora, con un Melih Mahmutoglu muy peligroso desde la línea de tres puntos, o un gran líder como Semih Erden. Es un equipo que juega con mucho ímpetu, con mucha energía y que puede tener un día muy peligroso si tiene acierto en el tiro exterior.”
Por todo ello Scariolo sabe que España se enfrenta a “un rival que nos obliga a dar el 100% de nosotros mismos si queremos superarles desde el punto de vista del baloncesto y también del control de los nervios, la paciencia y la tranquilidad, en función del ambiente que nos encontraremos”.
Constituido en el más emergente poder económico del basket europeo de los últimos años, Turquía llega a estos octavos con la esperanza de mantenerse en liza, lo que en parte aseguraría éxito de público y de imagen para el campeonato en el resto de jornadas.
Turquía ha sufrido mucho en la primera fase, cerrada con un balance de 2 victorias y 3 derrotas. Estas tres llegaron por estrecho margen: por tres puntos ante Rusia (73-76), por seis ante Serbia (8074) y por diez con Letonia (89-79). Eso da idea de la competividad de este equipo con tres pilares fundamentales en el juego de ataque como son Osman y Mahmotoglu en el perímetro y Erden en la pintura. Se trata del equipo con mayor promedio de recuperaciones por partido en el Europeo(casi 10 en la primera fase), lo que debe servir de alerta al ataque español.
Teóricamente, España presenta un equipo con más experiencia y profundidad si de producción hablamos pero estas diferencias pueden quedar minimizadas cuando todo se reduce a 40 minutos de partido apenas
Sergio Scariolo
“El público aprieta muchísimo y eso ha llevado al equipo turco a grandes resultados. Nos obligará a dar el 100% de nosotros”
Juan Carlos Navarro “Sabemos a quién nos enfrentamos y cómo estará el ambiente pero veo al equipo bien. Estamos en momento clave y hay que estar más fuertes que nunca”