Marc Márquez, un piloto fiel a su ADN
Nadie gana cinco títulos mundiales con 23 años sin asumir riesgos pero que nadie se lleve a engaño, todo está bajo control, perfectamente calculado por Marc Márquez. Lo que se escapa es lo sucedido en Silverstone cuando el motor dijo basta y había que solucionarlo cuando antes, esa era una concesión inconcebible.
En Misano y entre los abucheos de la marea amarilla que jaleó sus caídas Marc tomó el mando. La hormiguita se puso la capa roja de Superman e hizo lo que parecía imposible: derrotar a las Ducati en lluvia y en territorio italiano. Era una jornada con más a perder que a ganar pero había que asumir los riesgos y tras la caída del warm up ya conocía el límite.
“Este estilo me ha dado cinco titulos y seguiré apretando siempre pero sabiendo gestionar”, ha reconocido en Misano. Lo lleva escrito en su ADN: los límites se buscan en entrenamientos, durante la carrera se da el 100% y en el último giro el 200%.
Misano era la oportunidad perfecta para empezar a descartar rivales, Rossi por su lesión y Pedrosa porque el agua y el frío son su peor rival. Y el título mundial puede depender de cinco puntos así que no hubo dudas a la hora de ir a por el triunfo. Y el bueno de Petrucci nada tiene que ver con Dovizioso que supo torearlo en Austria, era una víctima propiciatoria
Los límites se buscan en entrenamientos, en carrera 100% y en el último giro al 200%