Mejor por el retrovisor

Que en la jornada 5 de Liga, y después de lo que pasó en la Supercopa de España hace solo un mes atrás, donde el Real Madrid fue muy superior, quién nos iba a decir que el Barça estaría ya a estas alturas a siete puntos del eterno rival... y más después de las críticas que recibió también el club por no haber concretado más fichajes antes del cierre del mercado. Pese a que siempre soy optimista, a mí desde luego me hubiera costado creerlo. Dicho esto, y sin obviar que esta dinámica ayuda a que el equipo siga creciendo en confianza, no hay que volverse locos. Al contrario, hay que tener los pies en el suelo, ser conscientes de que esto acaba de empezar y que lejos de lanzar las campanas al vuelo, lo mejor es que tanto Ernesto Valverde como sus jugadores puedan seguir centrados en su trabajo. De hecho, ya hay un contratiempo que solventar, que es la baja de Dembélé , un futbolista muy joven pero que llegaba para ser titular y con el que el entrenador no podrá contar hasta el próximo año. Todavía queda mucha Liga, y aunque si fuera a la inversa ya estarían metiendo el dedo en la llaga y en el Camp Nou estaría ardiendo todo, hay que alejarse de la euforia. El año pasado, el Madrid se marchó casi de ocho puntos y luego al final el Barça estuvo a punto de arrebatarle la Liga. Así que poco a poco.

En los dos últimos partidos, dos jugadores como Paulinho y Denis Suárez se han reivindicado aportando mucho al equipo, no solo cuatro goles. Pensábamos que no íbamos a tener fondo de armario, y en cambio, el brasileño ha dado la razón a los que apostaron por él -pese al riesgo de jugar en la liga china- y el gallego ha dado un paso adelante. Ambos le han demostrado a Valverde que están para competir por la titularidad y eso, aunque pueda parecer un aprieto para el técnico, seguro que Ernesto lo celebra, pues le permitirá seguir haciendo rotaciones sin que el equipo baje su nivel