El mayor ‘poliexperto’ del mundo
SERGI ROBERTO Lateral, carrilero, interior, mediapunta y anoche, ante el Sporting, de extremo con plaza en el Tridente
El centro del campo es el territorio más superpoblado de especialistas en el Barça. Valverde tiene donde elegir. En ataque, en cambio, la nómina es más reducida y selectiva hasta el punto de convertir a Alcácer en la octava opción. La diferencia es que se entra por méritos y Sergi Roberto se coló ayer en otro tridente inédito. Desde que se lesionó Dembelé en Getafe, los actores que acompañan a Suárez y a Messi en el repertorio van variando según las características del rival o, quien sabe, si de su propio estado de forma.
Esta vez, el técnico optó por la polivalencia del canterano, interior desde la cuna pero multifuncional por dedicación. Con Luis Enrique, el de Reus (1992) se convirtió en un experto en el lateral derecho pero también ocupó otras seis posiciones distintas, y en ocasiones se dejó caer por otras dos, de ‘falso 9’ y de central. “Es más que un jugador”, fue el elogio que le dedicó el asturiano. Con Valverde, en diez partidos, ha vuelto a desplegar esta virtud. Lateral, carrilero, interior en las dos lados, mediapunta y anoche de extremo. Y volvió a resolver el desafío con nota muy alta, a pesar de un lapsus en una acción que propició un peligroso contragolpe.
Justo el día en que todos los debates hablaban de Deulofeu y de Denis para cubrir el puesto que Aleix Vidal ocupó en Girona, la sorpresa en el Tridente llegó hora y media antes, cuando Valverde decidió que el de Riudarenes vería el partido desde la grada. Ni tan siquiera desde el banquillo, por si en algún momento se necesitaba un desatascador ofensivo.
Juntar las líneas
Jugó por la banda y también se desdobló por el centro. La idea de Valverde era tener las líneas juntas y Sergi Roberto es el pegamento ideal. Defiende, ejecuta la transición, y se va arreando hacia adelante si el juego lo permite. Es valiente a la hora de encarar y varios jugadores del Sporting de Portugal sufrieron sus regates. Messi agradecía sus apariciones y Rakitic respiraba aliviado en una noche en la que le costaba encontrar la senda. Sebastián Battaglia maldecía algunas veces la imposibilidad de pararle. Solo respiró cuando Valverde decidió sustituirle.
Sergi Roberto es un chico para todo, un profesional que puede jugar en cualquier posición, pero también un chico paciente. Pudo marcharse del Barça cuando apenas contaba. Le llegaron tentadoras ofertas. Pero esperó y se hizo fue haciendo importante hasta que con Luis Enrique se fue haciendo indispensable. Este pasado verano recibió alguna propuesta con muchos ceros de clubs a los que su cláusula de rescisión de 40 millones de euros les parecía muy poca cosa