El más que aburrido camino hacia el Mundial de Rusia
Los partidos de clasificación del Campeonato del Mundo solo adquieren interés cuando los ‘grandes’ peligran
Cuando el pasado lunes la selección de España cerró su pase para jugar el Mundial de Rusia, al ganar a la correosa selección de Israel en Tel Aviv por 0-1, se dio por acabada una de las fases de clasificación más tediosas que se recuerdan en la historia del fútbol español.
Más allá de la goleada ante Italia en el Santiago Bernabéu (3-0) y de las polémicas pitadas a Gerard Piqué, el desarrollo del grupo G ha sido muy aburrido. Además de la Roja, este grupo contaba con la presencia de la ‘squadra azzurra’, Albania, Israel, Macedonia y Liechtenstein. Un aburrimiento de solemnidad.
La FIFA debe haber pensado una y mil veces si éste es el mejor modo de mantener el interés por un Mundial durante los dos años previos. Pero es también cierto que, si en la fase de clasificación la selección de tu país o tu selección favorita va ganando partidos y se clasifican fácilmente, el interés por los enfrentamientos internacionales es prácticamente nulo.
No es lo mismo si una selección de las grandes tiene problemas. Ha sido el caso ahora de Holanda, que ha caído estrepitosamente, o los campeones americanos, Chile… y Argentina, a la que un ‘hat-trick’ de Leo Messi rescató del drama.
Inglaterra y la propia España saben lo que es no clasificarse. Inglaterra posiblemente vivió una de sus peores noches cuando el equipo de sir Alf Ramsey, campeón del mundo de 1966 y héroe nacional, no logró clasificar a su selección para el Mundial de Alemania de 1974 en un grupo en el que jugaban Polonia y Gales. ‘El fin del mundo’, tituló el Daily Mirror, y Ramsey fue despedido.
España también fue eliminada en la finalísima de la fase previa de aquel Mundial, en un partido que se jugó a cara y cruz en Frankfurt contra Yugoslavia.
La historia recuerda aquella fatídica noche y el gol del jugador bosnio Josip Katalinski que cerró el paso a la selección de Ladislao Kubala. Inglaterra y España no jugaron en aquel Mundial en el que Holanda y Alemania cambiaron el fútbol para siempre y el deporte de la esfera mundial inició su etapa moderna.
Los aficionados ingleses y españoles recuerdan claramente aquella trágica eliminación, pero cuantos saben
España se clasificó tras enfrentarse a Italia, Albania, Israel, Macedonia y Liechtenstein en un grupo muy aburrido
¿cuál fue el resultado del último España-Macedonia?, o ¿dónde se jugó? 4-0 y en Los Cármenes, en Granada.
Se supone que la fase clasificatoria tiene el aliciente para los países más débiles futbolísticamente hablando, pero globalmente, salvo eliminaciones sonadas, las fases de clasificación de la FIFA, y otro tanto se puede decir de la UEFA y su Eurocopa, son tediosas.
Otro de los temas que es difícil de entender es el de los días de los partidos. En esta tanda, España jugó sus dos últimos encuentros clasificatorios en viernes y en lunes. La FIFA dejó a millones y millones de aficionados de todo el mundo sin fútbol el fin de semana, mientras las selecciones volaban de aquí para allá, algo inaudito si tenemos en cuenta la necesidad de los aficionados de ver fútbol durante los festivos y las grandes posibilidades de audiencia que ofrecen las retransmisiones durante esos días.
Las clasificaciones previas sí tienen un cierto interés una vez iniciado el Campeonato del Mundo. España, por ejemplo, ha perdido muchas fases clasificatorias. En el último Mundial, el de Brasil 2014, por ejemplo, Chile frenó la progresión española y la apartó de sus sueños de revalidar su título en Maracaná. No ocurrió así en Sudáfrica, donde tras perder ante Suiza en la fase previa, la Roja acabaría ganando la Copa del Mundo y la estrella de cinco puntas con aquel gol de Andrés Iniesta contra Holanda en la final de Johannesburgo.
Pero, en fin, lo importante ahora es que España ya está en Rusia, que también lo está Argentina tras el ‘hat-trick’ de Leo Messi, y que este fin de semana vuelven la Liga, la Premier, la Bundesliga, la Serie A y la Ligue 1