Reivindicación española y pitos a Piqué
Muchas banderas rojigualdas, algunas con mensaje, bronca al azulgrana, césped alto y riego escaso
El Atlético de Madrid-Barça no pudo sustraerse de la actualidad política de las últimas semanas, con el proceso independentista catalán y sus repercusiones bajo el foco informativo. Así, ayer en el Wanda Metropolitano se vio una gran cantidad de banderas españolas, algunas de ellas con mensajes. Las enseñas se vieron por todo el estadio, pero sobre todo se apreció una gran acumulación de las mismas en el fondo donde atacó el Barça en la primera parte.
Concretamente, fue la zona donde se ubica el Frente Atlético donde se pudo apreciar una bandera situada ya en cada asiento antes del inicio del encuentro. Algunas de estas banderas españolas llevaban el escudo del Atleti en el centro de la misma, el nombre de la localidad de donde venían sus dueños, y otras mostraban un mensaje más directo. Por ejemplo, “¡Viva la unidad de España!”.
Piqué, blanco de las iras
También se cantó en la grada el habitual “Que viva España” y el lema “Catalunya es española”. A nivel individual, Gerard Piqué se convirtió en el blanco de las iras. Ya le pitaron cuando se leyó su nombre al anunciarse por megafonía la alineación del Barcelona y durante el encuentro recibió una silbatina cada vez que tocó la pelota.
El ambiente en el Wanda Metropolitano fue de alto voltaje desde el inicio del partido. Con una acústica muy potente, la hinchada local intentó llevar en volandas a su equipo durante todo el partido, al tiempo que intentó hacer mella en la moral del Barça.
Riego corto y por partes
Todas las miradas estaban puestas en “el mantel y la vajilla” del Atlético, la metáfora que utilizó Simeone, el técnico rojiblanco, para hablar del césped del Wanda Metropolitano antes de enfrentarse al Barça. La hierba estaba a una altura de 26 milímetros, según la Cope, al límite de los 30 que estipula la normativa televisiva de LaLiga (de dos a tres centímetros). En el Camp Nou, la altura del césped está en los 18 milímetros.
El riego también funcionó en los últimos minutos antes del inicio del encuentro, que es lo que quería el Barça. Eso sí, el riego duró menos de 15 minutos y no fue homogéneo durante ese cuarto de hora. Es decir, que primero se regó unos 7 minutos en una mitad del campo y, después, el mismo tiempo en la otra mitad
La hierba estaba cortada a 26 milímetros, a 4 del límite reglamentario