Primera gran prueba

La primera gran prueba de la temporada se pasó con buena nota en el Metropolitano de Simeone. El Barça jugaba en una atmósfera hostil, banderas al viento, los ya endémicos silbidos a Piqué, regreso de Messi de su epopeya en Ecuador, Luis Suárez todavía desubicado y siete victorias seguidas en la Liga. El empate fue seguramente justo. Guillermo Amor se estreno como portavoz con sobriedad y profesionalidad. El Madrid está a cinco puntos y no apunta por ahora un gran papel en la competición. Lo interesante de la última jornada es la exhibición del Valencia ante el Betis y la reacción de los béticos que estuvieron a punto de remontar un 0-3 al equipo de Marcelino. No fue una victoria loca del Valencia sino un gran encuentro en el que se vio fútbol de furia y pasión. Tal como ha empezado la competición podemos estar ante una Liga de cuatro aspirantes serios al título. Bienvenido al gran Valencia de hace una generación. Valverde anda buscando el tercer hombre para acompañar a Messi y Suárez .El sábado se la jugó de entrada con Gomes. Una escalofrío recorrió los cuerpos de socios y seguidores que no tenemos claro cómo hay que completar el triplete atacante. Pero a medida que transcurría el encuentro la tranquilidad acampó en la afición. Gomes da la impresión que canta fados mientras juega. Pero en la segunda parte estuvo a la altura. El tercer puesto de la delantera, sin embargo, puede estar sujeto a una incierta rotación, según las conveniencias de Valverde en cada encuentro. Iniesta vuelve a estar en plena forma y Piqué, a pesar de los silbidos, manda y ordena la defensa. La Liga es larga y siempre rica en sustos de todo tipo. Pero el comienzo no podía ser mejor. Mañana viene el Olympiacos para volver a la rutina de la primera eliminatoria de la Champions. Habiendo superado a la Juventus con nota no tiene porque ser una hazaña conseguir tres puntos de los griegos. La máxima competición europea tiene muchos pretendientes con clase y con grandes jugadores. El Barça, a pesar de las crisis ficticias de agosto, aspira a todo