CONTRA las CUERDAS
1 Zinedine Zidane se enfrenta a su primera gran crisis de juego y resultados como técnico blanco 2 En apenas 20 días ha pasado de ser intocable a ser cuestionado por gran parte del madridismo 3 Con el agua al cuello en la Liga y sin recuperar a ningún toc
Hoy hace justo 20 días Zinedine Zidane estaba en la cresta de la ola. Celebraba en Getafe sus primeros 100 partidos como entrenador del Real Madrid. Su hoja de servicios, prácticamente impoluta, reflejaba 75 victorias, 17 empates y sólo 8 derrotas, además de un buen puñado de títulos. “Ojalá le den 100 partidos más. Se los merece”, decían muchos.
Desde ese 14 de octubre hasta hoy, el Real Madrid ha disputado cinco partidos oficiales. Y el balance ha cambiado mucho, muchísimo, con respecto al del primer centenario del técnico francés: dos triunfos, un empate y dos derrotas. Dos KO, además, encadenados, algo que en los 100 primeros partidos de ZZ se había dado sólo en una ocasión: el curso pasado, cuando tras caer 2-1 en el Pizjuán (jornada 18), el equipo blanco fue derrotado en casa por el Celta (1-2) en la ida de los cuartos de final de la Copa.
Paisaje nuevo
En 20 días, el paisaje en el que se mueve ‘Zizou’ ha cambiado como de la noche al día. Titulares como “Saltan todas las alarmas”, “Pesadilla en Wembley”, “Y en Europa llegó la cornada”, “El Madrid está grogui” o “El Real Madrid no se levanta ni con la Champions”, leídos ayer en varios medios cercanos al madridismo, reflejan fielmente la realidad de un equipo que parece haber entrado en fase de descomposición.
Y ello, pese al discurso de un Zidane empeñado en minimizar, de puertas afuera, la crisis de un bloque que está a 8 puntos del líder cuando apenas se han disputado 10 jornadas de Liga. Sergio Ramos intentó también desdramatizar la situación esta misma semana al asegurar que “otras veces se han remontado 8 puntos”.
El Real Madrid, que estuvo a 8 puntos o más del líder en 27 temporadas, lo consiguió sólo en una oportunidad: en la campaña 200203, cuando tras estar a 8 puntos de la Real Sociedad, líder de la tabla, en las jornadas 12, 13 y 14, acabaría conquistando el título con dos puntos de ventaja sobre los donostiarras. En las otras 26 temporadas la diferencia fue un abismo que acabó tragándose las aspiraciones merengue.
“Podemos perder tres o cuatro partidos y seguiré diciendo que no estamos en crisis”, aseguró en Londres Cristiano Ronaldo. Lo cierto es que tras encadenar dos KO consecutivos (2-1 en Girona, 3-1 ante el Tottenham) el portugués, así como el resto del vestuario blanco, es el único que no utiliza el término ‘crisis’.
Llega Las Palmas
Habrá que ver cómo reacciona este domingo el Bernabéu, cuando el Real Madrid se mida a la UD Las Palmas (20.45), quién sabe si a 11 puntos del Barça, que la víspera se habrá medido al Sevilla en el Camp Nou. Un partido, el de Chamartín, para el que Zidane no recupera todavía a Carvajal ni a Bale (cuya ausencia fue lamentada públicamente por CR7 en Wembley) ni tampoco a Mateo Kovacic.
Así las cosas, el francés está obligado a tirar de banquillo si quiere revolucionar al equipo. Pero ni ahí parecen andar las cosas finas: Marco Asensio, a quien se presentó como futuro Balón de Oro tras su exhibición en agosto ante el Barça, en la Supercopa de España, es una sombra de si mismo. Una apreciación aplicable también a Lucas Vázquez. El resto de habituales del banquillo blanco (Nacho, Theo Hernández, Marcos Llorente o Dani Ceballos) no parecen tampoco en condiciones de asegurar una mejora sustancial del rendimiento del equipo.
El equipo ha perdido gol
De un conjunto lastrado por su sorprendente, por escasa, eficacia goleadora. La ‘pegada’ blanca parece haber pasado a mejor vida este curso, en el que firma una media de dos tantos por partido, lejos de los 3,12 que rubricaba a estas alturas hace un año.
José Ángel Sánchez, director general del club y mano derecha de Florentino, aseguró que el club no fichará en el mercado de invierno. Sin embargo, visto lo visto, la situación podría dar un giro radical si Zinedine Zidane no logra dar la vuelta a la situación y consigue devolverle al equipo la etiqueta de candidato a todo. Una vitola que con apenas 18 partidos oficiales muchos le discuten ya