DOBLE GESTA
Shalane Flanagan, la primera estadounidense que gana la maratón de Nueva York desde 1977 Kamworor firmó en hombres su primer triunfo en la distancia tras un duelo hasta el final con Kipsang
Bajo estrictas medidas de seguridad, redobladas tras el reciente atentado que causó ocho muertos solo cinco días antes, más de 50.000 personas corrieron ayer en Nueva York la maratón más famosa del mundo. Y bajo la lluvia y un frío punzante, los ganadores de este año hicieron de esta edición algo diferente: por primera vez en 40 años se impuso una atleta estadounidense, Shalane Flanagan, que dejó atrás a la keniana Mary Keitany, vencedora de las tres últimas ediciones. Y por primera vez también ganó una maratón el keniano Geoffrey Kamworor, hasta ayer una de los mejores fondistas del mundo que jamás había ganado en los 42,195 kilómetros.
Kamworor, segundo en 2015 en Nueva York y dos veces tercero en la maratón más rápida del mundo, Berlín, escogió el mejor escenario para ganar al fin. Y tuvo también un final de película, ya que hubo de luchar por su triunfo en cada zancada durante los tres últimos kilómetros, una vez dejó atrás a otro super clase, su compatriota Wilson Kipsang, quien le fue recortando metros en una recta final dramática.
Como es ya tradición, salieron antes las mujeres. Shalane Flanagan, Keitany y la etíope Mamitu Daska se consolidaron como trío en cabeza en el km 33, cuando la carrera rondaba las dos horas. Tres kilómetros después Flanagan advirtió que Keitany no iba tan sobrada de fuerzas como en sus tres victorias anteriores y dio un tirón al que la keniana no respondió. La americana aguantó hasta la meta para ganar con 2h.26’53” y 1’01” de ventaja sobre Keitany, con Daska entrando tercera (2h.28’08”). Flanagan, subcampeona olímpica de 10.000 metros en 2008, tiene 36 años pero lloró como una niña envuelta en la bandera de Estads Unidos. No era para menos: la última atleta local que se impuso en Nueva York, Miki Gorman, lo hizo en 1977.
Se sabe desde hace años que la carrera neoyorquina tiene un aroma y un encanto globalizador únicos, pero otra cosa es la rapidez de su circuito. No es el mejor sitio para lograr una marca rutilante y menos si, como esta vez, el frío y la lluvia aparecen. La carrera estaba definida en el km 31 con un grupo de siete hombres en el que aún permanecía el vencedor de la pasada edición, el eritreo Ghirmay Ghebreslassie, pero el ex campeón mundial ya no respondió cuando a las dos horas de carrera (km 38) el grupo se redujo a cuatro, entre ellos los protagonistas del podio final, Kamworor, Kipsang y el etíope Desisa. En el 40, tirón de Kamoworor, que estabiliza una ventaja de unos siete segundos sobre Kipsang. La distancia entre ambos se fue reduciendo en los últimos metros hasta que Kamworor cortó la cinta de ganador con apenas un segundo (2h.10’53”).
La maratón de NY volvió a atraer a atletas de todo el mundo, supervivientes de un complejo sistema de selección. Entre ellos, un grupo de atletas catalanes que, con banderas esteladas, protestaron por la encarcelación de varios miembros del cesado Govern de la Generalitat