Mundo Deportivo (At. Madrid)

La resurrecci­ón de Parejo

En poco menos de un año ha pasado de tocar fondo a ser ídolo

- Nacho Herrero Valencia

Aún no ha pasado un año desde que Parejo tocó fondo en el Valencia. El pasado 19 de diciembre se hizo viral un vídeo en el que aparecía en una discoteca aparenteme­nte perjudicad­o por el alcohol. Con el equipo en una espiral descendent­e que amenazaba con el descenso no valió de nada que no hubiera partido ese fin de semana. Durante días fue el centro de las iras de una hastiada afición.

Unos meses antes, el club le había colgado una diana al apartarle del grupo por intentar forzar su marcha al Sevilla. “El comportami­ento de Dani no está siendo respetuoso ni con el club ni con la afición”, señaló aquel agosto de 2016 el entonces director deportivo, Jesús García Pitarch, que no detalló qué le echaba en cara más allá de un genérico problema de actitud.

Da la cara

Ni entonces ni tras la crisis de la discoteca ocultó Parejo su deseo de salir pero no se escondió. Pidió perdón por la juerga y se centró en salvar al equipo. Siguió ofreciéndo­se en cada partido y las críticas de la grada, mutaron en primero en una silenciosa aprobación y más tarde en un mayoritari­o reconocimi­ento. Cada vez que había una recaída, él salía a dar la cara y fue ganándose un unánime respeto más allá de partidario­s y detractore­s.

Se acabó la temporada, se salvó el equipo y Parejo pensó que la limpieza de vestuario que se planeaba por fin le permitiría irse, pero Marcelino no le puso una cruz como a Enzo Pérez o a Diego Alves sino un asterisco y, aunque confesó su intención al asturiano, él mismo contó que, tras el primer entrenamie­nto a sus órdenes, supo que se tenía que quedar. Empezó a crecer el equipo y empezó a agigantars­e Parejo, al que Marcelino dio galones al devolverle el brazalete de capitán. Él es quien habla con los árbitros, quien corrige a los compañeros e incluso tiene la potestad de ceder penaltis, como hizo el sábado con Santi Mina. Tan convencido está del proyecto, que no se mareó cuando surgieron rumores de que el Bar- celona podía pagar los 50 de su cláusula sobre la bocina.

La selección

Tampoco le distraen las quinielas que le sitúan dentro de cada lista de Lopetegui, ni tampoco las noti- cias de que se ha quedado fuera. “Trabajo, trabajo y trabajo. No perdemos el foco. Mañana 3 pun- tos importantí­simos antes del pa- rón. Amunt”, escribió en las redes sociales poco después de que el se- leccionado­r no lo citar el viernes.

Quien sí que lo mentó, otra vez para alabarlo, fue Marcelino. “Co- mo entrenador rival sabía que era bueno pero una vez que lo tienes descubres que es mucho mejor. Está para jugar en un equipo ‘top’ y para la selección”, señaló. Pero además, ‘advirtió’ a Lopetegui de que cuando lo pruebe, repetirá. “Si algún día decide llevárselo, lo hará siempre”, auguró.

Aparenteme­nte ajeno a todo, Parejo condujo al Valencia al triunfo ante el Leganés. Encarriló el triunfo con una falta de vetera- no: cuando todo el mundo pensaba que trataría de lucirse buscando una escuadra, se la coló por debajo a la barrera. Y se fue directo a una grada que le idolatra, como ya hi- zo en el pasado, pero que además ahora le profesa un enorme respe- to por haber vuelto a la cumbre desde lo más bajo

El pasado diciembre era el centro de las iras tras ser grabado en una discoteca

Se sobrepuso a todo y ahora es el eje del mejor Valencia de las últimas temporadas

 ?? FOTO: EFE ?? Parejo, el líder del Valencia En doce meses ha pasado de ser repudiado por sus propios aficionado­s a ser idolatrado por Mestalla
FOTO: EFE Parejo, el líder del Valencia En doce meses ha pasado de ser repudiado por sus propios aficionado­s a ser idolatrado por Mestalla

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