Rakitic, casi en el Mundial
Croacia ventiló la ida de su repesca ante Grecia con un 4-1 que incluso se quedó corto ante la distancia futbolística
La selección croata, con el barcelonista Ivan Rakitic y el madridista Luka Modric de líderes, tiene pie y medio en el Mundial de Rusia. Su victoria por 4-1 en un abarrotado estadio Maksimir de Zagreb coloca a los balcánicos muy cerca de su quinta presencia en el gran torneo, a costa de una selección griega que el domingo necesitará de una remontada histórica en Atenas para revertir su agónica situación en la repesca.
La diferencia en el marcador no fue lo peor para los helenos. De hecho, los goles de Modric -de penaltiKalinic, Perisic y Kramaric no acabaron de reflejar la auténtica distancia futbolística que se vio en el campo. El tanto de Sokratis, de cabeza la salida de un córner, fue el momentáneo 2-1 y el hilo de esperanza al que se aferra Grecia. Sin embargo, con Rakitic mandando desde el mediocentro y Modric suministrando juego desde los tres cuartos, Croacia parte como clara favorita. Habrá que confirmarlo el domingo en El Pireo.
El partido de ida fue un monólogo croata. Los griegos fueron romos en ataque y calamitosos en defensa, ya desde ese mal control de su portero Karnezis ante Kalinic a poco del inicio que acabó en el penalti de la impotencia por parte del arquero y en el 1-0 de Modric. Aún aturdida, Grecia no defendió un elaborado ataque croata que terminó en plácido espuelazo de Kalinic. Como si estuviera en el jardín de su casa, 2-0. Curiosamente, en su único minuto inspirado, Grecia provocó una doble oportunidad que derivó en córner. El testarazo de Sokratis acabó en la red: 2-1. Oro para lo poco que había hecho el equipo de Skibbe.
Dos asistencias de Vrsaljko
La alegría, el espejismo, se esfumó pronto. Perisic, de cabeza, puso el 3-1 al aprovechar la primera de las dos asistencias de Vrsaljko. Tras el descanso, el lateral del Atlético dio su segundo pase de gol, en este caso a Kramaric, vampirizando otra cesión fallida de la defensa griega.
Con el 4-1, Modric se gustó dando buenos pases finalistas y Rakitic continuó marcando la pauta, e incluso se animó en ataque. El madridista, por cierto, se llevó unos cuantos golpes de los griegos. Zeca y Bakasetas lo pagaron con amarillas. Pese a las ocasiones croatas no cayeron más goles y, como suele ocurrir, los griegos llegaron a soñar con el 4-2, sobre todo en un pícaro cabezazo de Mitroglou, su orgulloso goleador. Croacia, que ha ganado sus cuatro repescas, y Grecia, que conquistó las dos que jugó, se jugarán esa honra en tres días. Pinta Croacia, pero fútbol es fútbol