“ME QUEDO CON LA FINAL FOUR DE PARÍS”
Mañana jueves, coincidiendo con el partido en el Palau contra el Maccabi, se cumplirán 20 años del debut de Juan Carlos Navarro en la Liga ACB. Fue un estreno espectacular, acorde con lo que después sería la carrera del actual capitán del Barça, que sigue en activo a los 37 años y que puede presumir de que a lo largo de estas dos décadas lo ha ganado todo.
Si tuviera que escoger a alguien que le ayudó en aquellos años para llegar a la elite, ¿quién sería el elegido?
En aquel momento Joan Montes apostó por mí y por los jóvenes. Pero fue un cúmulo del trabajo de todas las categorías, tuve bastantes entrenadores, desde ‘Miguelito’ (López Abril), que cuando entramos ahí nos marcó bastante, estuvimos tres o cuatro años juntos, después tuve a Llaneza, que ahora está con nosotros (como director de scouting), en el EBA tuve a Agustín Cuesta, que es el que me puso el nombre de ‘La Bomba’, no por el tiro como se piensa todo el mundo sino porque era un jugador que podía dinamitar, para bien o para mal, cualquier cosa. Y Joan Montes que fue el que me metió en la dinámica del primer equipo. Recuerdo también mucho, cuando estaba de vacaciones en Galicia y de repente llaman al único teléfono del pueblo, el del hotel, y me dicen “tienes que venir para acá”, a Puigcerdà, con Aíto, que también fue un entrenador importante para nosotros.
Dos años después, en 1999, llegó la explosión de su generación, el oro en el Mundial junior...
Eso también forma parte del trabajo que hace cada uno en su club pero sin duda ganar aquel Mundial de Lisboa, que nadie lo esperaba y de la forma que lo hicimos, ganando la final a Estados Unidos, un equipo que parecía imbatible, nos dio el impulso para dar ese salto de calidad. De aquello a ser un jugador importante en tu club... lo tenías que demostrar.
Pues al año siguiente ya estuvo con la selección absoluta en los Juegos de Sydney...
Sí, estábamos Raül (López) y yo, fue una sorpresa. En la convocatoria de Sierra Nevada lo pasamos bastante mal. El ambiente era bueno, pero estábamos allí aislados, trabajábamos mucho, sufrimos físicamente bastante... y después no sirvió de mucho porque el torneo fue mal.
Ya después de aquellos Juegos se convierte en un puntal del equipo azulgrana. Llegan grandes éxitos, como la Euroliga de 2003, pero después el equipo entra en crisis. Y usted se va a la NBA. ¿Cuál fue su motivación para hacerlo, probar suerte allí o escapar de lo que había aquí?
Un poco de todo. La verdad es que fue una época dura, no ganamos nada, solo una Copa del Rey con Dusko (Ivanovic). Pau estaba allí y me ayudó un poco para dar el paso.
¿Si Gasol hubiera seguido en Memphis se hubiera quedado algún año más en la NBA?
Nunca se sabe, cabe la posibilidad. Él me convenció mucho, convenció a los jugadores, y me fui perdiendo mucho dinero. Pero no me arrepiento de nada y le doy las gracias por haberme ayudado a poder vivir esa experiencia, que a nivel individual estuvo genial: aguanté los 82 partidos seguidos, jugué 25 minutos de media, estuve en el All Star... Lo que viví allí nadie me lo va a quitar.
Está un año allí y vuelve después al Barça convertido ya en su gran referente. ¿Son esos años tras su vuelta de Estados Unidos los mejores de su carrera?
Sí, a nivel de todo. De madurez, de saber jugar, de experiencia. Yo creo que la mayoría de jugadores viven su mejor nivel entre los 28 y 32 años. Con Xavi Pascual fue todo rodado, los años que vivimos con él fueron muy buenos.
En la selección también vive sus mejores días, como aquellas semifinales del Europeo 2011 ante Macedonia... ¿Fue aquel el mejor partido de su carrera?
Yo creo que fue mi mejor semana. Fue una semana fantástica porque fueron tres partidos impresionantes que me valieron para ser el MVP y aparte ganando el torneo.Hice un partidazo contra Macedonia, que era la revelación, y con canastas que son recordadas para siempre.
Si tuviera que escoger un momento de estos 20 años...
Con la selección, esa semana y el Mundial del 2006. En el Europeo 2011 fue MVP pero lo otro no deja de ser un Mundial, y además nos abrió un poco el camino. A nivel del Barça me quedo con la Final Four de París en 2010, en la que ganamos y fui MVP.
¿Y si tuviera que borrar uno?
A nivel de selección, borro el Mundial de Madrid 2014. Y a nivel del Barça, me gustaría borrar el año pasado. Por todo, a nivel personal y a nivel de baloncesto, incluido a nivel físico.
Ahora, con 37 años, su rol en el Barça es ya muy diferente. ¿Cómo lleva el hecho de jugar 11 minutos de media?
Cuesta. Cualquier jugador entrena para poder jugar. Ya llevo varios años que lo acato perfectamente pero yo soy ambicioso. Este año me encuentro bien y mi objetivo es jugar más.
¿Cree que debería jugar más?
Trabajo para ello y me encuentro con confianza. Es una decisión del entrenador, pero yo voy a trabajar para ganarme minutos. No se me caen los anillos por hacerlo después de lo que he dado por el Barça. Lucharé por mejorar esos 11 minutos.
¿Cómo ve a este Barça?
Hemos sido un poco irregulares pero, como he dicho antes, se está trabajando mucho mejor, más ordenado. A nivel de equipo nos llevamos genial, hay buena química. El ‘mix’ es bueno. Hemos tenido un bache pero al nivel de competición que tenemos eso puede pasar, también le ha pasado al Madrid o a otros equipos. Lo que vamos a trabajar es para llegar bien al momento clave, aunque sin despistarnos porque hay que meterse entre los ocho.
Ya anunció el pasado verano su adiós de la selección. ¿Será ésta su última temporada como jugador del Barça?
Eso no lo aseguro, lo iremos viendo a lo largo de la temporada. Si me he sentido un jugador útil o ha ido bien la cosa... Lo veremos más adelante, pero tampoco es decisión solo mía. No te puedo asegurar que sea mi última temporada