La Liga de la media rota
UNA TEMPORADA DESPUÉS, lo mismo. Ya pasó en el campo del Betis en la anterior campaña. El balón entró claramente y ni el linier ni el árbitro lo vieron. Ayer, en Mestalla, volvió a suceder. El colegiado sí que vio cómo Garay tenía la media rota, pero fue incapaz de ver lo que todo el mundo vio sin dudas. Cuando sucedió lo del Villamarín se intensificaron las campañas a favor del VAR (Videoarbitraje) y, sobre todo, del Ojo de Halcón, una tecnología que aplican las ligas de Inglaterra, Alemania, Italia, Francia, Holanda o Portugal. Sin interpretaciones. Pues no. Otra vez, en todas las televisiones del mundo, la Liga volverá a hacer el ridículo por no aprender de un año para otro. Por no tomar decisiones clamorosas. No es cuestión de ir jugando a pingpong y pasarse la pelota de las culpas. En dos temporadas consecutivas, al Barça le han anulado un gol que ha entrado claramente, cuando hay medios para que eso no suceda. Pero todo sigue igual. No pasa nada. La Federación se negó en su día. Ahora se ha pactado para el año que viene. Tarde.
EN LA BUNDESLIGA HAY DUDAS sobre el VAR. Es evidente que hay que ajustarlo, pero en Alemania ya lo han aplicado y ya tendrán una temporada de ventaja. Sí, poner el Ojo de Halcón cuesta dinero y el VAR también, pero de verdad ¿ese ha sido el problema de una Liga que aspira a ser la mejor del mundo? La temporada pasada ya fue claro después del gol en el campo del Betis. No se entiende que haya alguna prioridad por encima de proteger el espectáculo, el deporte, el juego. Pues sí: la media rota de Garay parece ser más importante que si un balón entra dentro de la portería o no. Es cansino. Otro año, igual. Volver a hablar de la necesidad de aplicar el Ojo de Halcón, de acelerar el VAR. Los colegiados pueden equivocarse, es humano, pero los dirigentes no puede ser que no los quieran ayudar. Así, año a año, el mismo error, calcado, y esa sensación de que la Liga de la Media Rota se impone en un fútbol capaz de repetir sus errores sin aprender