La Real se despide del primer puesto
El Zenit de Mancini aprovechó las debilidades del equipo txuri urdin en defensa para imponerse en Anoeta y certificar su liderato
La Real será segunda de grupo tras perder ante el Zenit en un partido en el que los txuri urdin pecaron de inocentes ante un rival sin apenas fisuras. Los de Eusebio se fueron a por el partido pero a este nivel no vale únicamente con querer. Hay que poder y para poder hay que atacar y hay que defender y la Real, en esta segunda faceta, presenta graves deficiencias que sigue sin solucionar.
La Real comenzó apretando, sobre todo por su banda derecha. Pero la primera oportunidad fue rusa y llegó a los cinco minutos. Erokhin, escorado, remató fuera. La Real lo siguió intentado, respondiendo al minuto con un centro de Odriozola que Smolnikov cabeceó contra su portería al larguero. Sin tiempo para recuperarse del susto, Xabi Prieto disparó fuera con todo a favor.
El Zenit tenía un plan y lo llevó a término en el 34 en una contra que se originó en una pérdida de Iñigo. El balón le llegó a Rigoni en banda y el argentino soltó un latigazo que Rulli no acertó a atajar, dejando un balón franco a la altura del punto de penalti para que Erokhin avanzara a los de Mancini.
Pero la Real no se deshizo y rápidamente se puso manos a la obra para lograr la igualada. Un cabezazo mordido de Willian José lo desvió Lodygin a córner. Luego fue Kevin Rodrigues quien, desde fuera del área, mandó un misil que el meta ruso se quitó de encima como pudo. Al minuto, Januzaj puso un balón al área que Willian José controló en el punto de penalti para dejárselo a Illarra, que disparó fuera. La última ocasión de la primera mitad fue sin duda la mejor de la Real, un magnífico centro de Kevin Rodrigues que Oyarzabal corrió a rematar al segundo palo para, en posición forzada, rematar al palo.
En la reanudación se mantuvo el dominio de la Real. Januzaj fue el primero en probar fortuna en el minuto 51 con un disparo con rosca desde la frontal. Respondió el Zenit en otra contra que finalizó con disparo desde fuera del área de Kokorin sin consecuencias. Sí las tuvo la rotura que Januzaj le hizo a Criscito en la siguiente acción y que originó el gol del empate. El belga dejó tirado al italiano y sirvió un centro raso entre el portero y la defensa rusa que Willian José acertó a empujar al fondo de la portería.
Pero la alegría apenas duró seis minutos, los que tardó Ivanovic en aprovechar un balón colgado al área, y la lentitud de Illarra y De la Bella para sacar la línea de fuera de juego, para conectar un remate de chilena que Rulli acompañó con la mirada (1-2).
El mazazo pasó factura a los txuri urdin, cada vez más espesos y con menos ideas. El Zenit comenzó a encontrarse cómodo. Los cambios realizados por Eusebio apenas aportaron nada, todo lo contrario que al Zenit, en el que Leandro Paredes, apenas nueve minutos después de saltar al campo, se sacó de la chistera un golazo en el que dejó en evidencia a la defensa realista.
De ahí hasta el final sólo un cabezazo de Willian José que desvió con un paradón Lodygin