Jan Margarit, tras los pasos de Kilian Jornet

Ligero como una pluma, Jan Margarit trasmite naturaleza y ansía de libertad por todos los poros de su piel. Nacido en Matadepera, empezó como muchos otros niños practicando varios deportes –hockey hierba, tenis o bicicleta de montaña– hasta que con 14 años ya recibió la llamada de la montaña, la cual no ha dejado de contestar desde entonces. Entró en el Centro de Tecnificación de Carreras por Montaña de la FEEC (Federació d’Entitats Excursionistes de Catalunya), y poco a poco ha ido progresando en el trail running hasta hacerse un nombre, e incluso algunos ven en él al nuevo Kilian Jornet. Palabras mayores.

Jan aprovecha el invierno para aparcar un poco las carreras a pie por la montaña y practicar otros dos de sus deportes favoritos, como son el esquí de montaña y el esquí de fondo, que además le aportan una buena base de cara a la temporada de verano. En cuanto el verde gane al blanco en las laderas de la montaña Margarit se pondrá en modo ‘on’. Le gusta salir temprano por la mañana a correr un par de horas y hay días que lo compagina con la bicicleta de montaña, y por la tarde ya sale hora y media, aunque “de forma más relajada”. Esta temporada le gustaría seguir el calendario de las Sky Runner World Series –la Copa del Mundo de carreras de montaña– y el de las Golden Trail Series.

En 2016 dio el salto a nivel internacional y dejó constancia de su clase allí donde compitió, sobre todo en la bajadas, “mi punto fuerte, donde puedo recortar más tiempo”. Quizá por esta cualidad y por su apariencia física, hay quien ve en él al nuevo kilian Jornet, aunque al doble ‘coronador’ del Everest le quede cuerda para rato. “No sé de donde viene la comparación, pero me hace ilusión, aunque no tiene nada de cierto. Él como persona va más allá de los resultados por todo lo que ha hecho y cómo lo transmite”, aclara. “¿Qué que me gustaría tener de él?, pues que todo lo que hace tiene un sentido. Estudia bien las cosas y sabe lo que quiere hacer, y cuando corre es un gran bajador”.

Reflexivo e introvertido como Kilian, Jan es un gran amante de la lec- tura, una pasión que comparte con su familia, especialmente con su madre y tío, con los que se intercam- bia los libros. El último, ‘Años Sal- vajes’, de William Finnegan, quien mira de transmitir su amor por el surf y su obsesión por buscar la ola perfecta. Jan no surfea las olas, pero cabalga la montaña con soltura, yendo de cima en cima, persiguien- do su sueño, disfrutando de la natu- raleza y de la libertad

Compagina el trail running y el esquí de montaña, tal como hace Kilian Jornet

Al igual que la estrella del trail running, Jan Margarit baja mejor que sube