Julio SALINAS
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Quizás por despuntar muy pronto, quizás por la larga sombra de grandes como Seve Ballesteros y Olazábal, a Sergio García la historia no le había hecho justicia. Su triunfo en el Masters de Augusta le reserva ya un hueco en el olimpo del golf.
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Tres colosos del motor que merecen todo el honor en 2017: el gran Marc Márquez logró su sexto Mundial, el cuarto en MotoGP, el mítico Toni Bou y sus 22 mundiales de trial y el portentoso Hamilton y su cuarto título de F1.
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Deportistas que han volado alto este 2017: Mireia Belmonte y sus medallas en el Mundial de Natación de Budapest, Garbiñe Muguruza y su conquista de Wimbledon y Lydia Valentín, campeona mundial de halterofilia.
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El fútbol nos deja el traslado de estadio de un grande como el Atlético de Madrid, porque de casa no se cambia uno cada año. Tras despedir medio siglo de residencia en el Calderón, el estreno del Wanda Metropolitano promete. Campazo.
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El deseo del boxeo por ser de interés general deparó este 2017 un show deplorable con el ‘combate’ entre Mayweather y McGregor, el campeón irlandés de la UFC. Por la pasta no vale todo. Nada que ver con aquel Mayweather-Pacquiao.
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Trump ha logrado poner de acuerdo, aunque sea por oposición, a deportistas de élite de las Ligas más vistas del mundo. Que todo un presidente de los Estados Unidos consiga que cracks de la NBA y la NFL estén todos contra él tiene su mérito.
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La mejor Liga del mundo, donde se ve el BarçaMadrid, donde juegan Messi y Cristiano, está en un país donde la Federación, el CSD y la patronal no se llevan entre ellos. Y, por si fuera poco, la FIFA metiéndose. A ver si 2018 lo arregla...
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Además del adiós de Contador, duro 2017 para el ciclismo, que se ha visto golpeado por las dos lacras que lo castigan, la cifra récord de muertos en las carreteras y ese positivo de una gran estrella como Chris Froome. Una pena.
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Un Mundial sin Italia y sin Holanda es menos Mundial. Ya, si no están es porque no se clasificaron para 2018, pero ya que en el futuro la FIFA ampliará el torneo a 48 bien haría en revisar lo de las repescas. No queremos ver más a Buffon llorando.