Coutinho (hoy) es barato
Si el Liverpool ha pagado 85 millones por Van Dijk, lo extraño es que no pida 350 por el brasileño. Es más joven, más decisivo y mil veces más bueno
Marco Branca entró como ojeador del Inter en 2003 y un año después ya era Director Deportivo. Se mantuvo en el cargo hasta 2014, cuando fue sustituido por el napolitano Piero Ausilio. Branca, ahora sin equipo, ha concedido una entrevista a ‘Corriere dello Sport’ y en ella, inevitablemente, ha hecho una referencia a Coutinho porque en 2002-03 y siendo Philippe Sub-17 de Vasco de Gama, se lo llevó al Inter por 3,7 millones. Entonces una gran y cara apuesta, hoy una ganga.
El Inter, sin embargo, no creyó mucho en el talento del jovencísimo brasileño. Le dio muy, muy poca bola al chaval (en enero de 2012 se lo cedió al Espanyol) y en junio de 2013 le traspasó al Liverpool por 13 millones. Casi diez veces más de lo que costó Coutinho. Un negocio, sí, pero un negocio ruinoso porque hoy los ingleses tienen la oportunidad de venderle no por diez millones más sino por, al menos, diez veces más de lo que costó. Y es el Barça quien está esperando cerrar esa operación. El mismo Barça, por cierto, que, vestido de blanquiazul, le tuvo jugando al lado de casa pero no advirtió en él las cualidades que le hoy le embelesan hasta el punto de estar dispuesto a convertirle en el fichaje más claro de su gloriosa historia.
Y sí, de acuerdo, sí. Se equivocan todos. El Inter, dicho sea de paso, ya se había equivocado a lo grande en el 1996 con otro brasileño. Un tal Roberto Carlos. Le dejó marchar al Madrid por 6 millones, el doble de lo que pagó al Palmeiras, pero perdió con ese pase al mejor lateral izquierdo de la década. Osea, que sí. Que en todas partes cuecen habas (y en algunas, como diría Cervantes, las cuecen a calderadas) pero hay que estar más atento a lo que tenemos delante de nuestras carnavalescas narizotas. En Milán, en Barcelona y en todas partes. Como ahora lo están en Liverpool.
El mercado, una locura absoluta, ha disparado a Virgil van Dijk hasta los 85 millones. Estamos hablando de un defensa holandés de 26 años que no tiene culpa de lo que ha pagado el Liverpool por él al Southampton. Su nivel no es, ni de lejos, el de ese precio estratosférico. Ni la mitad. Y puede que ni la mitad de la mitad, pero es lo que hay. Y con ese baremo por penitente castigo, resulta que los dueños del Liverpool están pidiendo 150 millones por Coutinho y lo que discuten con el Barcelona es la forma de pago. Algo hay que hacer para financiar el fichaje de ese central que, en honor a la verdad, parece el primer sorprendido por el precio alcanzado por una cotización tan distante a su cotización. Las webs especializadas situaban su valor sobre los 30 millones (menos de lo que hoy está tasado Paulinho y también por debajo de Samuel
Umtiti) pero resulta que este hombre casi ha triplicado ese valor.
Pero volvamos a lo que íbamos. Íbamos a los 110 más 40 millones de espantos que el Barça está dispuesto a pagar por Coutinho. La cifra es otra barbaridad sideral que da vergüenza traducirla a pesetas pero si el Liverpool ha pagado la chaladura que le ha costado Van Dijk, hay que asumir que Coutinho, que es mil veces más decisivo que su compañero, valga el doble que este holandés que ha dejado en anécdota los argentinos que compraba Minguella por lo que valían y luego vendía por lo que decían ellos que valían