Crisis de asistencia
Empezamos el año nuevo. Es tiempo de nuevos propósitos. En clave azulgrana, la conquista de títulos es lo esencial. Pero hay otros aspectos preocupantes que hay que mejorar urgentemente. Uno de esos es la baja asistencia de público, que afecta no solo al primer equipo de fútbol sino a todos los espectáculos que ofrece el club. El Camp Nou está experimentando un importante descenso de espectadores. La bajada del turismo no es el único motivo. El culé se ha acomodado. Se ha acostumbrado a ganar con facilidad el
80% de los partidos de
Liga que se disputan en casa. Los horarios intempestivos y poder ver los partidos por TV por poco dinero aleja a los aficionados de los estadios. El Mini es el campo con menos afluencia de LaLiga 1,2,3. Exigimos que el club apueste por la cantera pero, a la hora de la verdad, no va nadie a apoyar a los chavales del filial que están luchando con equipos históricos que, a menudo, llevan más gente al estadio azulgrana. El barcelonismo debería reflexionar. Y este mal también afecta a las secciones. El Palau blaugrana es uno de los pabellones con peor asistencia de toda la liga ACB. Y es habitual que los equipos culés de balonmano, fútbol sala y hoquei jueguen en familia salvo cuando llegan los partidos claves. Es difícil de comprender en un club que cuenta con 155.000 socios y 1.283 peñas en todo el mundo: 456 en Cataluña, 700 en el resto del estado español y 127 en el resto del planeta. Aunque no se para de hacer promociones para atraer público y poner las entradas a un precio asequible, habría que plantearse otras fórmulas como, por ejemplo, el carnet por puntos. De manera que los socios que asistieran a más partidos y viajes, no solo del primer equipo, tuviesen prioridad en la adquisición de entradas para las finales o descuentos para el carnet del siguiente año. Y lo mismo con las peñas, que tengan más entradas las que movilicen a más aficionados para ver el Barça B y las secciones. Porque igual es el momento de preguntarse si vale la pena que el club siga manteniendo unas secciones deportivas costosas que, a pesar de ganar títulos, no despiertan el interés de su afición