Dueño de su futuro
Messi, con independencia o sin ella, decidirá si este contrato llega a 2021. Un año antes tendrá la facultad de elegir entre quedarse o marcharse
El FCB anunció el 5 de julio que había llegado a un acuerdo para renovar el contrato de Leo Messi y dejó para más adelante lo que calificó como protocolario momento de la firma. Sin embargo, antes de oficializarse, el nuevo compromiso caducó porque las circunstancias del mercado cambiaron radicalmente. El PSG pagó la cláusula de
Neymar (222 millones) y la de Messi (que iban a seguir siendo los 300 que ya tenía) pareció accesible para jeques potentados. Del dicho (renovación) al hecho (rubricarla) iba un trecho insalvable. Había que volver a sentarse.
Cuatro larguísimos meses después, llegaba por fin la foto de Bartomeu y Messi firmando la renovación pero ya no era la de aquel contrato de junio. No tenía nada que ver. Era otro muy distinto. La rescisión pasaba de 300 a 700 millones y en el documento se incluían nuevas cláusulas. Una de ellas, a las que se refería ayer El Mundo en su portada, tenía que ver con el proceso de independencia de Catalunya. Algo que el Barça la interpretó, como reflejaba el citado diario, como un ejemplo del compromiso de Messi con el club.
Desde el Camp Nou, se contempla con razón que la salvedad exigida por Messi en caso de independencia no era una imposición al FCB, sino una autoimposición personal. Leo, que como todos sus compañeros quedaría libre si el FCB dejase de estar adscrito a la FFC y a la FEF, se comprometía por escrito a seguir jugando bajo su escudo si el Barça lograba plaza en la Liga, la Premier, la Bundesliga o la Ligue 1. Lo único que lógicamente sí se aseguraba Leo ,el Messi futbolista y el Messi marca comercial de alcance mundial, era y es seguir en un campeonato de primerísimo nivel.
Paralelamente, un nuevo condicionante aparecía en el contrato que vincula al mejor jugador del mundo hasta 2021. Y este factor sí es vital porque en la última temporada no será el Barça, será Messi, quien tiene la última palabra. Leo, con independencia o sin ella, es dueño de su futuro. En 2020, Leo, que el 24 de junio habrá cumplido 33 años, decidirá entonces si quiere seguir jugando en el Barça, si prefiere, como siempre ha dicho, jugar para Newell’s Old Boys de Rosario, si le da por involucrarse en la MLS, Qatar o la Conchinchina o hacer lo que más le convenga, dónde más le convenga. Incluido retirarse pero saliendo del Barça como se merece. Bajo palio