Ahora Eibar, no Chelsea
El FC Barcelona visita Ipurua mañana para enfrentarse al Eibar en un partido que se jugará a las 16.15 horas, un horario que debe poner a los azulgrana en alerta por varios motivos. El primero y más importante es que los dos últimos partidos disputados este curso a esa hora el equipo no ha sido capaz de ganar. Fue contra el Espanyol en Cornellà-ElPrat y en casa contra el Getafe. En ambos partidos los azulgrana no pasaron del empate.
Si además tiramos atrás en cuanto al horario se refiere, que es el segundo más repetido este año con ocho encuentros a esa hora (el primer horario son las 20.45 horas en 13 ocasiones), observamos como el curso pasado de los diez partidos en los que el Barça pinchó, tres fueron a las 16.15 horas.
El de las 16.15 horas es un horario que no acostumbra a gustar a los entrenadores porque obliga a cambiar rutinas pero además, a tenor de los resultados, no solo es incómodo sino que suele producir resultados negativos.
En la temporada pasada, el FC Barcelona jugó diez partidos a las 16.15 horas, cinco de ellos fuera de casa. Se da la circunstancia de que de todos los partidos lejos del Camp Nou disputados en ese horario de primera hora de la tarde, el Barça pinchó en una ocasión. Fue en A Coruña contra el Deportivo. En resumen, el porcentaje de partidos del curso pasado a las 16.15 horas de un 70% de victorias y un 30% de pinchazos (2 empates y una derrota), por lo que harán bien los hombres de Ernesto Valverde de salir a Ipurua con los ojos bien abiertos y los precedentes en la memoria para no repetir un nuevo mal resultado a esa hora.
En total, entre la presente temporada y la pasada, se han jugado 16 partidos fuera de casa. Se han ganado 11 y se han pinchado 5, con cuatro empates y una derrota
No hay que dramatizar por el empate del pasado domingo concedido en Liga ante el Getafe, como tampoco por el hecho de que el Atlético se haya colocado a siete puntos. Es lógico que llegar a la final de la Copa del Rey conlleve un desgaste. Y más después de tres eliminatorias tan duras como las disputadas ante Celta, Espanyol y Valencia. El Barça sigue haciendo las cosas bien y estos días sin partido intersemanal le habrán venido de maravilla para recargar las baterías.
Conviene, eso sí, establecer prioridades. La Champions League ilusiona mucho, claro. Es difícil no pensar en el Chelsea, que ya espera el próximo martes en Stamford Bridge. Pero primero hay que derrotar al Eibar este sábado por motivos evidentes: para no complicar una Liga que está muy bien encarrilada y porque la mejor manera de viajar a Londres es con la confianza de haber sumado tres puntos de oro. Me valen todos los tópicos en este sentido. El ‘partido a partido’ y el ‘ganar, ganar y volver a ganar’.
Contra el Getafe me pudo mi condición de ex central y presté mucha atención a Yerry Mina en su debut como titular. No hay que tener prisas con el defensa colombiano ni pedirle más de lo que ahora puede ofrecer. No se complicó la vida y eso ya es importante. Su actuación fue correcta, demostrando que por alto va muy bien. Contundente. Pero acaba de llegar y no hay que quemarle. Todavía está en fase de aprendizaje y de adaptación