El uruguayo
Luis Suárez se gana una plaza en la historia del fútbol mundial
La preparación de la primera rueda de prensa de Luis Suárez como jugador del FC Barcelona fue tensa. El delantero había llegado a Barcelona sancionado por la FiFA y cualquier encuentro con periodistas le incomodaba.
A su llegada al Barça, un paso de gigante en su vida y en su carrera, Suárez no atravesaba un buen momento anímico. Hacía semanas que la Comisión Disciplinaria de la FIFA había dado a conocer la sanción al jugador por el incidente con Giorgio Chiellini durante un partido de la primera fase del Mundial disputado en Brasil entre las selecciones de Uruguay e Italia.
La sanción le prohibía, incluso, entrenar en instalaciones profesionales… por lo que aquel día, 18 de agosto de 2018, el jugador no parecía feliz, aunque estuviera convencido de que había llegado a su paraíso deportivo. En el vestuario, poco antes de la rueda de prensa, se le sugirió que revelara que había tenido sesiones con “profesionales adecuados” para tratar su temperamento, pero que no profundizara en el tema, ni en la sanción y sus consecuencias.
Andoni Zubizarreta le presentó como “un delantero de referencia que puede jugar en diferentes posiciones de ataque”, lo que le daba a Luis Enrique muchas opciones. “Siempre ha querido ser jugador del Barça”, dijo Zubizarreta al presentar al jugador junto al vicepresidente deportivo Jordi Mestre, y le deseó “mucha suerte”.
Para Zubi, la competitividad de Suárez , su aprendizaje en la escuela holandesa, jugó en el FC Groningen, que lo fichó con 19 años, y en el Ajax FC, y su gran rendimiento en el Liverpool FC, le convertían en un jugador de referencia. “Su capacidad de compromiso, su constante presión y su auto exigencia en los partidos le hacen muy especial”, dijo Zubizarreta, el entonces director técnico.
En la rueda de prensa de presentación del jugador, la esperada pregunta sobre el incidente en el Mundial tardó en saltar, pero finalmente llegó de la voz de Sique Rodríguez, de la Cadena Ser, que con educación y escuetamente le preguntó:
- “¿Cómo valoras la sanción de la FIFA y si estás trabajando de alguna manera para que esa acción no se repita”.
El jugador contestó:
- “Hay que aceptar la sanción… y sobre la segunda pregunta, de si he trabajado el tema… es una cuestión privada que me reservo, pero sí, he tratado con profesionales adecuados”.
Suárez superó un escollo que muchos jugadores no hubieran podido abordar pese a que la inactividad le causó desasosiego. En su primer entrenamiento con el Barça se mostró ansioso, pero su paciencia y la auto exigencia de la que hablaba Zubi tuvieron recompensa.
Hoy, consolidado como una estrella mundial, Suárez puede decir tranquilo que en el Barça de Leo Messi el levantó partidos por su empeño, que su inicial S forma pate de la mejor delantera de todos los tiempos M (Messi ),N( Neymar) S( Suárez) y que sus goles le han dado al Barça títulos directos, como aquellos 25 tantos en la Liga 2014- 2015, sus aciertos en la Champions y los dos golazos en la final del Mundial de Clubs, en Yokohama ante el River Plate.
Arrimado siempre a Messi, su gran amigo, y con su inseparable mate y bombilla en la mano, Luis Suárez, de 31 años de edad, no sólo hizo realidad su sueño de venir al Barça; ha triunfado en el Barça; y ha logrado superar al recuerdo de las hemerotecas a base de goles e ilusión. Un crack este uruguayo al que aman los barcelonistas y la historia del fútbol ubicará en un lugar destacado