Minamino silencia Anoeta en el 93’
Un gol del centrocampista japonés en el tiempo añadido evita la remontada de la Real Sociedad
La Real está prácticamente obligada a ganar el próximo jueves en Austria para pasar la eliminatoria de dieciseisavos de la Europa League después de que, en un mal partido, no fuera capaz de pasar del empate ante el Salzburgo, que hizo la igualada a dos en el minuto 93 a través de Minamino. Antes, los donostiarras habían remontado el gol en propia puerta de Oyarzabal.
La Real entró al partido intensa y concentrada pero la buena versión txuri urdin apenas duró 15 minutos. El Salzburgo ajustó su presión sobre la salida de balón guipuzcoana y robó un buen número de balones en zona peligrosa. Hee Chan y Shlager destacaban, pero el 0-1 no necesitó de ningún mérito visitante porque se lo metió la Real en una jugada de traca. Córner botado desde la derecha del ataque centroeuropeo. El cuero iba al primer palo, fácil para el portero, que le pegó un puñetazo al aire en lugar de al balón. El bueno de Oyarzabal, en el área pequeña, no se imaginaba semejante despropósito y el balón le pegó y se coló en la portería realista. Rulli pidió falta y se llevó la amarilla.
El tanto puso más nerviosa a la imprecisa Real y dio alas a los austriacos que cerraban bien espacios y se plantaban ante Rulli con sólo un pelotazo del portero, Walke. Sin siquiera volcarse sobre la portería rival en los últimos minutos, a la Real se le esfumó la primera parte.
La segunda parte comenzó con la entrada de Januzaj por Juanmi. Tras diez minutos malísimos, con muchas pérdidas de balón, Dabbur pudo hacer el 0-2, pero lo impidió Rulli con una buena parada. No obstante, justo en el peor momento local, Odriozola se metió por el carril del ocho para trazar una jugada personal que acabó con un zapatazo que supuso el 1-1.
El tanto dio la energía que necesitaba para volver a jugar en campo contrario. Y en esas, en el minuto 71 llegó un gran centro de Oyarzabal a la cabeza de Januzaj que el belga estrelló en el larguero.
Pese a la efervescencia del momento, la Real siguió fiel a su libreto, tocando y tocando, hasta que Elustondo se saltó la doctrina Euse- bio para poner un pelotazo a la cabeza de Prieto, que peinó para que Agirretxe enfilara hacia la portería. Su carrera desembocó en una falta peligrosa. La cogió Januzaj, que le pegó por el medio y abajo, pero se abrió la barrera lo suficiente para que se colara el balón e hiciera el 2-1. Los txuri urdin lograron frenar el juego hasta que en la última jugada marcó Minamino y silenció Anoeta