Mou decidió dejar a Pogba en el banquillo pero la lesión de Ander precipitó su salida
Al Sevilla le faltó completar con algún gol un gran partido ante el todopoderoso Manchester United en una eliminatoria de octavos de final de Champions League que se decidirá en Old Trafford después de que David De Gea se convirtiera en el héroe de los de Mourinho, que se encontraron con un Sevilla a un gran nivel en una noche de gran ambiente en el Sánchez-Pizjuán.
El Sevilla, con mucha intensidad desde su salida, fue superior en la primera parte al equipo de Mourinho, que llegó al descanso con su puerta intacta gracias a la actuación de De
Gea, en especial tras dos cabezazos de N’Zonzi y Muriel muy cerca ya del entreacto.
El entrenador portugués buscó frenar el juego de los locales con el joven McTominay en el lugar de Pogba para no dejar mover el balón a Banega, la gran novedad en el once de Montella tras dos ausencias en la Liga por sanción y lesión. Con la fuerza de Lukaku arriba, el Manchester United planteó un partido físico, de mucho contacto e interrupciones, pero se encontró con un Sevilla que iba de frente a cada balón y que no le perdió la cara al encuentro. Dominó a su enemigo y lo sometió casi desde los primeros minutos, cuando Muriel y Jesús Navas dieron los primeros avisos con disparos lejanos y ya ahí vio que De Gea estaba por ser el héroe de su equipo.
Tras esas dos acciones el equipo inglés tuvo la mejor ocasión en una volea a las nubes de Lukaku cuando estaba solo tras un pase de Alexis. Ya por entonces Ander Herrera tenía que dejar su sitio a Pogba por lesión. Los ingleses no se acercarían más a la meta de Sergio Rico salvo un disparo lejano de McTominay, empezando a partir de entonces el recital ofensivo del Sevilla, con un Correa muy desequilibrante y Banega y Jesús Naves metiendo pases en busca de Muriel. Correa puso a prueba a De Gea en dos acciones brillantes que acabaron con tiros fáciles para el portero madrileño.
Pero sería en el tramo final cuando el internacional español agigantaría más su figura, primero tras un cabezazo de N’Zonzi hacia atrás tras una chilena de Mercado y, so- bre todo, en el minuto 45 cuando Muriel remató a bocajarro y sin marca un centro de Jesús Navas. De Gea ya recibía felicitaciones en el camino hacia los vestuarios.
En la segunda mitad, el Sevilla, sin dejar de intentarlo, acusó el can- sancio, Mourinho poblaba su de- fensa apelando a la velocidad a la contra de Rashford y Martial. Un re- mate forzado de Sarabia fue lo más cerca que estuvo de marcar.
El sevillismo, pese al empate, se fue contenta por la imagen de un equipo que plantó cara a un grande y que está dispuesto a dar guerra en Old Trafford