El peligro de los aludes
En lo que se lleva de temporada ya se han producido varias avalanchas con víctimas mortales
Son espectaculares, causan cierta hipnosis, pero su peligro puede ser letal. El riesgo de los aludes es una de las constantes con las que tienen que trabajar a lo largo de la temporada las estaciones de esquí, que disponen de personal especializado que controla el riesgo que supone acumular tanta nieve.
Normalmente los aludes se generan fuera del dominio esquiable de las estaciones, más allá de lo que se conoce como la nieve pisada de las pistas, muchas veces producto del comportamiento irresponsable del número cada vez mayor de esquiadores que se decantan por el freeride o esquí de travesía. Pero también puede producirse en los dominios controlados de las estación, como el que se desencadenó recientemente en la zona de Argulls de Baqueira Beret y cuya cola arrastró a un esquiador, por fortuna sin graves consecuencias. En lo que llevamos de temporada ya han fallecido varios esquiadores –tres en Cauterets y uno en Gavarnie– y el cremallera que sube a Vall de Núria tuvo que interrumpir su servicio tras un desprendimiento de nieve.
Por esta razón, antes de salir a la montaña, sobre todo si se va a ir más allá del dominio esquiable pisado, es conveniente consultar las previsiones meteorológicas y el boletín de peligro de aludes que, por ejemplo, elabora en Catalunya el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya, que para este fin de semana advierte del peligro fuerte, marcado y moderado en el Pirineo Occidental y marcado y moderado en el Oriental. La escala del peligro de aludes consta de cinco grados en función de la estabilidad del manto de nieve y de la probabilidad que estos se desencadenen, yendo de los grados 1 y 2, peligro flojo y moderado, al 5, peligro muy fuerte.
Existen diferentes tipos de alud –de fusión, de placa, de nieve reciente y de nieve reciente y placa– y todos representan un peligro. A veces a través de las redes sociales se ha visto como una avalancha engulle a unos curiosos que se quedan hipnotizados ante la belleza mortal del fenómeno. Nunca hay que menospreciar su poder de destrucción, ya que cualquiera de ellos, con independencia de sus dimensiones, avanza a una velocidad mucho más rápida de lo que puede parecer y tiene la capacidad de sepultar a una persona y causarle la muerte por asfixia.
El manual de comportamiento indica que en caso de ser sorprendido por un alud hay que intentar salir en dirección diagonal y descendiente hacia el exterior, pero en muchas ocasiones los nervios anulan los conocimientos, por lo que la información y, sobre todo, el respeto por la montaña, son básicos BAQUEIRA BERET BOÍ TAÜLL ESPOT ESQUÍ LA MOLINA MASELLA PORT AINÉ PORT DEL COMTE TAVASCÁN VALL DE NÚRIA VALLTER 2000 GRANDVALIRA VALLNORD-PAL VALLNORD-ARCALÍS ASTÚN CANDANCHÚ CERLER FORMIGAL-PANTICOSA JAVALAMBRE VALDELINARES ARTOUSTE GOURETTE
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