Montella repitió por cuarto partido consecutivo lo que considera su once de gala
El Sevilla dio un paso firme en sus aspiraciones ligueras en el que posiblemente fue el triunfo más cómodo de la era Montella. Ante un Athletic que opuso muy poca resistencia y en el que su entrenador, Cuco Ziganda, rectificó su alineación de salida con Williams como único punta con tres cambios en el descanso, los andaluces le metieron presión al Valencia en su objetivo de optar por la cuarta plaza que da derecho a disputar la Liga de Campeones una semana antes además de recibir a los de Marcelino en el Sánchez-Pizjuán.
El estadio nervionense registró una pobre entrada, de las peores de la temporada, quizá por el mal tiempo que azota Sevilla estos días, en una cita en la que el entrenador italiano volvió a alinear su once de gala, el bloque que ha armado para devolver la ilusión al sevillismo, a excepción de la ausencia de Jesús Navas, lesionado en el duelo ante el Atlético de Madrid, la única derrota que se ha colado entre cuatro triunfos de los nervionenses. Los de Montella han logrado distanciar al Villarreal, al séptimo clasificado, que llegó a tener a tres puntos, y se sitúa ahora a sólo cinco del Valencia, el próximo rival en la Liga, a la espera de su partido hoy.
Pero la tarde, más allá del viento y el agua presentes, fue lo más apacible posible para los blancos. Tras ganar en Málaga con cambios en el once, volvieron Muriel, Franco Vázquez, Mercado, Escudero y N’Zonzi al once titular y el Athletic, solo de pie gracias a Kepa, lo notó.
Antes de la media hora, el Sevilla ya mandaba con un 2-0 en el marcador, aunque antes del primer tanto, ya avisó varias veces en lo que era un monólogo por parte local. A los seis minutos Kepa ya había entrado en acción ante una opción de Correa, el jugador más activo en los primeros minutos. Córdoba evitó también otro remate del argentino, que estuvo también cerca en un remate de cabeza en un córner. Sarabia también lo intentaría encontrándose con Kepa y Muriel mandó antes del 1-0 un cabezazo al larguero con todo a favor. El marcador se abriría en un regalo del Athletic, que no se entendió al defender un saque de banda y Muriel no perdonó tras la combinación con Franco Vázquez. El colombiano se quitaba un peso de encima señalado como estaba por su falta de acierto, sobre todo por la gran ocasión que le desbarató De Gea ante el Manchester United. El segundo tanto tardaría poco en llegar, esta vez al rematar el ‘Mudo’ un gran centro de N’Zonzi.
El Sevilla se iba al descanso con el partido resuelto sin prácticamente pisar el acelerador y Ziganda sacaba de una tacada a Aduriz, Beñat y Raúl García en busca de que su equipo entrara en el partido y más mordiente de tres cuartos de campo hacia delante, donde Íñigo Córdoba e Iñaki Williams (en la mejor ocasión visitante estrelló el balón en el cuerpo de Sergio Rico) guerreaban prácticamente solos ante un ejército de gigantes. Pero el centro del campo rojiblanco, ni se “ ‘Cuco’ Ziganda “ había impuesto antes a la pareja N’Zonzi-Banega ni lo haría en la segunda parte. El Sevilla seguía a lo suyo y también fue superior en la reanudación, en la que si no aumentó su ventaja fue por la actuación de Kepa, particularmente una mano como respuesta a una espectacular volea de Nolito.
Los sevillistas, pese a que Montella hizo los cambios más bien tarde, pudieron dosificar esfuerzos de cara a los dos duelos que tienen a partir de la semana que viene y en los que puede definir la temporada; el Valencia en la Liga el sábado y el Manchester United en Old Trafford el martes en la vuelta de los octavos de final de la Champions.
Mientras, el Athletic de Ziganda volvía a las malas sensaciones después de la tímida mejoría apuntada con el triunfo ante el Málaga y el empate ante el Valencia, duelos en los que Kepa, como ayer, tuvo mucho que decir. Pero claro, eso a menudo no es suficiente
“
Hay que refrescar al equipo. Se viene de jugar cada tres días repetidamente y es un riesgo de lesiones. Hay plantilla y hay que dar oportunidades” Había que hacer algo, había que arriesgar, y no ha salido ni una cosa ni la otra”