Gareth Bale no está para fiestas
El galés no compartió las celebraciones ni en el Bernabéu ni en París
Gareth Bale no está para celebraciones ni para fiestas. El galés está molesto, muy molesto por ser suplente en los dos partidos ante el PSG y jugar en ambos el último cuarto de hora. Y no duda en demostrarlo ante todo el mundo. En Madrid, se marchó al vestuario mientras sus compañeros celebraban con la afición el 3-1 y en París, repitió la escena. Los jugadores blancos, suplentes incluidos, festejaban el pase a cuartos de final de la Champions con los seguidores del Madrid que fueron a París, Bale se marchó corriendo al vestuario, como si ese clasificación no fuese cosa suya.
El jugador galés ya no es el que llegó al Real Madrid como el sustituto de Cristiano en el futuro como emblema del club. Las lesiones han lastrado su juego, su regularidad y Zidane no cuenta con él en los partidos importantes. Marco Asensio le ha pasado por delante a él e incluso a Isco, que le arrebató el puesto la temporada pasada. Ese hecho de ser suplente es algo que no entiende Bale ya que considera que en plenas condiciones físicas, lo lógico es que fuese titular. Algo que, por otro lado, buena parte del madridismo comparte para sentar a Benzema. No piensa eso Zidane y tampoco Cristiano que ve al francés como su mejor complemento en ataque.
Bale no se quiso ir el pasado verano y proclamó su intención de seguir muchos años en el Madrid. Ahora, esa situación ha cambiado y su representante se deja querer por equipos de la Premier. Así que a este paso, la fiesta que celebrará Bale es su marcha