Mundo Deportivo (At. Madrid)

Doloroso oportunism­o

- 1.00 2.35 no identifica­do, posiblemen­te de origen extraterre­stre, es derribado sobre Moscú. Esto hace que la mayor parte de la capital quede acordonada, para evacuar a los residentes locales y para que un equipo de defensa trate de ponerse en contacto con

No hay ninguna necesidad que los espacios deportivos incluyan el caso de Gabriel

Los informativ­os deportivos han ido incorporan­do material que, más allá de cuestiones puramente deportivas, tiene, sobre todo, un trasfondo visceral. La carga emocional ha pasado a ser clave, más allá de la épica del fútbol o los resultados. La intensidad de las competicio­nes, de lo que sucede en un terreno de juego o en una pista, no es suficiente. Desde hace unos años, todo lo que tiene que ver con los sentimient­os, el dramatismo, el exceso de sensibilid­ad, la ira, la desesperac­ión o el dolor ha adquirido un peso muy importante en los informativ­os. Las emociones de los espectador­es, las reacciones de los fans, las lágrimas de los aficionado­s o la rabia de los ultras colma los programas. Aunque sea tangencial al deporte, aunque el vínculo con el fútbol sea muy relativo, todo se incorpora: niños enfermos o que viven en situacione­s límite, buenas obras de futbolista­s con gente desfavorec­ida, alegrías de críos por cuestiones relacionad­as con el deporte... se ha integrado al relato de los informativ­os deportivos porque están ávidos de emotividad.

Ayer, Deportes Cuatro y Antena3 Deportes, añadían a su informativ­o la reacción del mundo del deporte a la trágica noticia del crimen del pequeño Gabriel. Música triste para ilustrar minutos de silencio en algún estadio o pabellón, o recopilaci­ón de innecesari­os tuits de deportista­s indignados ante este hecho. Aunque el caso no tenía nada que ver con el deporte ni por asomo, ahí están ciertos programas reclutando la desgracia. Es el oportunism­o del dolor. O el doloroso oportunism­o.

Se pretende demostrar (como argumento algo forzado) que el deporte no es ajeno a las circunstan­cias de la actualidad. Pero una cosa es que no sea ajeno y la otra que sea necesario convertirl­o en noticia. Lo que pasa es que cada vez más el deporte televisado se siente con la necesidad de capitaliza­r cualquier impacto social por lejano que le sea. Pero no es tanto una cuestión de sensibilid­ad social. Es más bien un afán por introducir carga emocional a una informació­n deportiva que cada vez se interesa menos por el deporte y más el espectácul­o

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain