Messi, para ganar el Mundial, mejor con la Roja
Leo sufre en un palco mientras Piqué aguanta muchos pitos aunque el Metropolitano acaba ovacionándole
Messi se mordía las uñas en uno de los palcos vip, sentado al lado de Pepe Costa, su sombra barcelonista, queriendo saltar el césped del Wanda. Cerca, en el palco de la Roja, Sergio Busquets, que viajó hasta Madrid para acompañar a las selección española, haciendo grupo al lado de Fernando Hierro, demostrando su compromiso con la Roja, implicado al máximo.
La resonancia magnética que le practicaron a Messi el lunes invitaba a ser prudente, a dar descanso a esos isquios cansados de tanta magia, pero ver el partido desde lo alto le removía el estómago a Lionel. Quería estar en el césped para devolver el cariño a los centenares de argentinos venidos de toda Europa que le rinden pleitesía, que le aman, que le adoran, que le dedican cada una de sus plegarias porque saben que esta albiceleste con Messi pinta muy bien.
Argentina vuelve a ser una selección competitiva, ordenada y fuerte tácticamente. Sampaoli ha cambiado la actitud de una selección que presiona como hacia ‘su’ selección chilena. Y Messi se quiere creer que esta vez sí, que en Rusia será diferente, que el Mundial que despide a una generación (último Mundial de Mascherano, por ejemplo) merece recompensa. Pero el marcador no engaña.
“Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones, como en el 86” empiezan cantando los argentinos y continúan con un “Brasil, decime qué se siente, tener en casa a tu papá, te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar... a Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer, Maradona es más grande que Pelé”. Se le va la mirada a Messi con Iniesta, que presiona y roba balones,
Iniesta recupera balones, da asistencias de locos y se marcha mega-ovacionado
sí, sí, balones que acaban en gol. Y la grada responde coreando el nombre del de Fuentealbilla al que tendríamos que clonar para que no se acabe nunca. Messi casi tiene que cortarse las manos para no aplaudir el pase brutal de Iniesta en el tercer gol de España. ¡Qué suerte tienes Leo!. Y cuando Iniesta deja el terreno de juego, el Metropolotino se pone en pie y corea su nombre.
Messi frunce el ceño cada vez que pitan a Piqué porque no lo entiende. Silban a Piqué desde el primer minuto, es igual que Gerard siga en el campo aún cojeando, poco importa que salve con clase un balón perdido por Marco Asensio (que es otro fenómeno), porque parte de la afición no soporta a Geri porque no le entienden. Pero es sólo una parte , ruidosa, insoportable, pero cuando Piqué deja el estadio el público se pone en pie y le aplaude. Y él devuelve el cariño. Esa minoría ruidosa no le va a amargar la fiesta a nadie.
Sergio Ramos está encantado con su camiseta con las 150 internacionalidades. Lento en el gol de la albiceleste, lo habría dado todo porque subiera su gol al marcador (pero lo anularon).
Messi sufre con el 6-1. Muchísimo. Quiere ganar el Mundial en Rusia. El fútbol se lo debe. Pudo Leo Messi jugar con la selección española, nunca quiso, él es muy argentino, pero ahora sería seguramente campeón del mundo y tendría más fácil ganar en Moscú. Un resultado durísimo, con Leo mordiéndose las uñas, con oles dedicados a la Roja. Se fue antes del final.
La lista de éxitos que suena en el Metropolitano no puede ser más espectacular. La ‘playlist’ provoca que se ondeen las banderas españolas con Rahael y ‘Mi gran noche’ que convive con Coti, Tequila. Hombres B. Mala noche para Messi, sabe que la Roja tiene mucho que ver con su fútbol
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