La excesiva sinceridad de Paco Jémez
Stadium, remachando desde un palmo de la portería el córner de Andonova, deja la eliminatoria muy abierta pero bien encarada. Con 1 a 0 basta. Costará parar el empuje de las francesas, que en su estadio y contra las cuerdas, sacaron su mejor fútbol, jugaron de memoria y crearon ocasiones hasta la extenuación.
Sin embargo, y a pesar de que Fran Sánchez no podrá sentarse en el banquillo por la expulsión de Lyon, tengo la corazonada de que hoy haremos historia. Con el Barça juvenil ya en la Final Four de la Youth League de Nyon, con los de Valverde esperando turno en cuartos ante la Roma, sería fantástico que los tres equipos de fútbol estuviesen entre los cuatro mejores de Europa. ‘Més que un Club’. Yo ya tengo mi entrada. Hoy nos vemos en el Miniestadi Sale el todavía entrenador de la UD Las Palmas y afirma: “Este el peor equipo que juega de los que he entrenado en mi carrera y el 95% de la responsabilidad es mía”. Y este mensaje desalentador lo suelta a tres días de recibir al Real Madrid en el Insular. Pocas semanas atrás, para recibir el Barça, en cambio, todos sus mensajes fueron para dar aliento a unos jugadores que veían que la salvación era posible. Si ese día los de Jémez empataron fue porque Mateu Lahoz les perdonó la expulsión de su portero con 0-1, porque se inventó un penalti a favor de los canarios y por la indolencia del Barça en el segundo tiempo. Jémez, con mucho mejor cartel que resultados, tuvo un gran inicio en el Rayo hasta descenderlo a Segunda. Luego, en Granada duró 6 jornadas. En el Cruz Azul mexicano duró 39 partidos. En Las Palmas le quedan 9 jornadas para atrapar al Levante, que le saca 6 puntos. Qué tiempos aquellos en que, tras la necesaria sustitución de Vilanova y el adiós de Martino al verano siguiente, parte de la prensa entendida apostaba por sentar a Jémez en el banquillo del Barça.